Contaba Carlos Páez de la Torre (h) en “La larga lucha contra el calor” (29/12/13) que los tucumanos soportamos días “donde parece que del cielo lloviera vidrio líquido, como escribe Gabriel García Márquez. Nos sentimos mortificados y con justa razón. Pero no se nos ocurre pensar que, en la actualidad, las posibilidades de luchar contra el calor en Tucumán son muy considerables. Tenemos el aire acondicionado, las heladeras eléctricas, la gran libertad para vestirse, por ejemplo. Así las cosas, parece difícil evocar lo que era el verano desde tiempos de nuestros antepasados hasta épocas relativamente próximas: digamos los finales de la década de 1950, hace un poco más de medio siglo”.
Recuerdos fotográficos: la misma esquina, pero diferenteEn efecto, fue en enero de 1955 cuando un decreto municipal autorizó a la población a recorrer las calles en camisa sport y a entrar con ese atuendo a las oficinas públicas, las salas de espectáculos, el comercio o los bares. Ello significó la definitiva imposición del “sinsaquismo”, a favor del cual LA GACETA había estado bregando desde 1951.