El consumo en Argentina continúa enviando señales mixtas. Mientras algunos indicadores reflejan una incipiente recuperación, otros dan cuenta de una caída persistente. Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), las ventas en supermercados mostraron un leve repunte en abril, mientras que los autoservicios mayoristas registraron una nueva baja.

De acuerdo con los datos oficiales, las ventas en supermercados crecieron 0,5% en comparación con marzo, y exhibieron una suba real del 8,9% frente al mismo mes del año pasado. En contraste, los autoservicios mayoristas tuvieron un desempeño negativo: sus ventas retrocedieron 3,2% respecto al mes anterior y cayeron 2,9% en la comparación interanual.

Supermercados: leve recuperación en un contexto desafiante

En abril, los supermercados de todo el país facturaron $1,97 billones, lo que implicó un aumento nominal del 48%. Al descontar el efecto inflacionario, se observa un crecimiento real del 8,9% respecto a abril de 2024. Un dato destacado del informe es el ticket promedio: cada compra rondó los $28.222.

El detalle por rubros mostró disparidades significativas. Las mayores subas interanuales se registraron en carnes (77,6%), alimentos preparados (77,4%) e indumentaria, calzado y textiles para el hogar (74,4%). En cambio, otros rubros crecieron por debajo del promedio, como artículos de limpieza y perfumería (26,6%), lácteos (43,7%) y productos de almacén (43,8%).

Otro indicador relevante fue el método de pago: la mayoría de las compras se realizaron con tarjeta de crédito, con una suba nominal del 57,1% en la facturación respecto al año anterior. Este dato sugiere una mayor dependencia del crédito en el consumo minorista.

Mayoristas: el consumo no repunta

La situación fue diferente en los autoservicios mayoristas, donde las ventas alcanzaron los $300 mil millones, un aumento nominal del 28,5% que no logró superar la inflación acumulada. Como resultado, las ventas reales cayeron 2,9% en la comparación interanual y acumulan una baja del 6,6% en los primeros cuatro meses del año.

Los rubros con mejor desempeño fueron indumentaria, calzado y textiles para el hogar (100,8%), carnes (59,3%), panadería (44,9%) y otros (42,9%). Sin embargo, varias categorías mostraron variaciones muy por debajo del promedio, como verdulería y frutería (17%), artículos de limpieza y perfumería (19,3%) y productos de almacén (28,2%).

Dos realidades en un mismo escenario económico

El contraste entre supermercados y mayoristas se da pese a que ambos operan bajo el mismo contexto macroeconómico: desaceleración de la inflación, incipiente recuperación salarial y una tímida reactivación del crédito al consumo.

Los analistas señalan que los supermercados podrían haber sido favorecidos por el mayor uso del financiamiento con tarjeta, mientras que los mayoristas, más dependientes del efectivo y de las compras por volumen, sufren la contracción de la demanda por parte de comercios minoristas y pequeños negocios.