La inflación se está desacelerando, pero el salario no alcanza para cubrir los gastos mensuales. Gran parte de la sociedad financia sus compras, incluso las de alimentos, y se vuelca al uso de las tarjetas de crédito. El nivel de endeudamiento de la población está en niveles extremos. Las operaciones con tarjetas de crédito subieron en términos nominales un 1,1% mensual, el saldo llegó a $ 19,5 billones para el total acumulado, presentando un crecimiento interanual del 129,8%, contra los $ 8,5 billones al cierre del mismo mes del año anterior, indica el informe a junio de First Capital Group

En cuanto a las variaciones reales, se registra una caída mensual del 0,9% y un incremento anual del 64,1%. Segundo mes consecutivo con baja performance del área tarjetas. “Si bien también afecta la cercanía del aguinaldo, la mayor influencia en la caída, la debemos buscar por el lado de la ausencia de programas de cuotas con y sin interés. Se ha comprobado en anteriores momentos, que la utilización de esas herramientas, potencian el crecimiento de la cartera y su ausencia las deprimen¨, indica Guillermo Barbero, socio de First Capital Group.

Si bien los niveles de pobreza, medidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) al cierre de 2024, han evidenciado una tendencia descendente, las contracciones en las finanzas familiares son cada vez más frecuentes, sobre todo en la clase media. El último informe del organismo ha mostrado, por caso, que el sueldo no registrado (históricamente retrasados) tuvo un mejor comportamiento que el formal, ya que las paritarias se mueven al ritmo de la tasa de inflación.

Aún así, en el último año se observa un marcado aumento en la preocupación por la pérdida de poder adquisitivo. El principal problema señalado en 2025 es que “el sueldo alcanza menos”, ítem que pasó del 30,4% al 40,5% en un año, mostrando un incremento de más de 10 puntos porcentuales, dice un reciente informe elaborado por Sociología y Mercado. Este dato refleja con claridad el impacto de la inflación y el deterioro del salario real en la vida cotidiana. También se incrementó levemente la preocupación por el costo de los servicios públicos (agua, luz, gas, internet), que pasó de 22,4% a 24,5%, indica el diagnóstico privado al que accedió LA GACETA. 

En conjunto, estos dos problemas (sueldo y servicios) concentran los mayores niveles de afectación personal en 2025. En contraste, disminuyeron otros problemas que en 2024 tenían mayor presencia, como la inseguridad (que bajó de 15,4 % a 10,9%) y la desocupación (de 9,5% a 5,3 %). “Estas caídas podrían responder tanto a cambios en la coyuntura como a un corrimiento de las prioridades de la población frente a las urgencias económicas más inmediatas. 

Otros temas como el valor de los alquileres, la atención en salud, el transporte y el acceso a la educación se mantienen en niveles más bajos y relativamente estables, aunque también presentan leves variaciones”, explica la socióloga Roxana Laks, directora de la consultora. El dato general que se desprende del informe es claro: las preocupaciones económicas se intensifican y se ubican en el centro de la agenda cotidiana, desplazando a otras dimensiones como la inseguridad o el empleo, lo que no implica la superación de estas problemáticas, acota en un contacto con LA GACETA.

Cambio de hábitos

En el Gobierno nacional consideran que la macroeconomía sigue en proceso de acomodamiento de las principales variables, de tal manera de estabilizar la economía y producir el despegue de la actividad. Sin embargo, en la economía real, en la de todos los días, los agentes económicos –particularmente los que residen en esta parte de la Argentina- consideran que el derrame se está demorando y que, por lo tanto, hay conductas restrictivas a la hora de invertir, gastar o tomar decisiones empresariales u hogareñas.

Sociología y Mercado, en ese sentido ha detectado que hubo un cambio de hábitos de compra de alimentos y productos básicos entre los tucumanos. Así, por ejemplo, en el sondeo realizado en los primeros días de este mes, observó que el 62,3% de las familias modificaron sus hábitos de compra en los últimos seis meses, mientras que el restante 37,7% mantuvo los mismos canales de compra que antes. “Esto indica que, dentro de quienes modificaron hábitos, más de la mitad (51%) priorizó los comercios de cercanía. Casi un 20% se volcó a los supermercados. Y alrededor de un 30% eligió abastecerse en formatos mayoristas, sea compartiendo compras o no.

¿Cómo se pagan las compras de alimentos y productos básicos?

Se observa diversidad en las estrategias de consumo frente a un contexto de pérdida del poder adquisitivo, apunta Laks. “El hecho de que más de cuatro de cada 10 personas (43%) utilicen mecanismos de financiamiento -ya sea de forma total o parcial- para afrontar sus compras mensuales, expresa una presión económica considerable. Esta estrategia de consumo, basada en tarjetas o cuotas, revela la dificultad de cubrir los gastos del mes solo con ingresos disponibles”, indica la consultora.

La categoría “día a día según lo que se puede” refleja consumo por subsistencia, asociado posiblemente a ingresos informales o fluctuantes.

En general, los resultados del estudio muestran una tendencia mayoritaria hacia la retracción en el consumo, asociada al aumento de precios, pérdida de poder adquisitivo y estrategias de ahorro por parte de los consumidores

Supermercados y almacenes fueron los consumos que sufrieron mayor retracción. Un 45% disminuyó la compra en ese rubro. Una tendencia que ya se venía observando en un estudio similar para la provincia en 2024, apunta Laks.

El 39% de los tucumanos contestó que ha disminuido la compra de indumentaria. Un 13% manifiesta directamente no comprar ropa en los últimos meses. Los servicios médicos pagos, medicamentos, estudios, entre otros componentes vinculados al cuidado de la salud, han disminuido su consumo en un 21% en los últimos meses.

El problema que más te afecta en tu vida cotidiana

-El sueldo que cada vez alcanza menos es la opción con la que los tucumanos más se identifican (40,5%)

-El costo de los servicios públicos (agua, luz, gas, internet etc.) es el elegido en segundo lugar (24,5%)

-La inseguridad es otra de las opciones de más mencionadas (11%) El valor de los alquileres es otro de los ítems mencionados (8%)