La economía argentina, desde el inicio del proceso de estabilización, ha presentado una evolución marcadamente dispar, consolidando una lógica de “ganadores y perdedores” entre sus diversos sectores. Esta dualidad no solo se observa en el nivel de actividad, sino que se traslada de forma análoga al empleo y el salario real, indica un reporte de Invecq Consultora Económica.

En cuanto al nivel de actividad, si bien la tendencia de fondo se encuentra en una fase de estancamiento desde febrero, el rendimiento sectorial muestra una gran brecha. El bloque de sectores ganadores (agro, energía, minería, intermediación financiera) se encuentra, en promedio, un 11% por encima del nivel de noviembre de 2023. En contraste, los sectores perdedores (construcción, industria, otros servicios) están, en promedio, un -9% por debajo, señala la firma dirigida por el economista Esteban Domecq. Pese a esta fuerte dispersión interna, la actividad en su conjunto logra ubicarse un 3,4% por encima.

El nivel de empleo

A diferencia de la actividad, en empleo todos los sectores están peor que al inicio del período. Los últimos datos de agosto muestran que el nivel de empleo general se encuentra -2,2% por debajo del nivel de noviembre de 2023, sin haber logrado superarlo en ningún momento. La caída es levemente mayor en los sectores perdedores, que registran un descenso del 3%, mientras que los sectores ganadores logran atenuar la baja a 1%, detalla Invecq. Esta tendencia subraya que, aunque la actividad en los sectores ganadores ha crecido, su capacidad de absorción de mano de obra registrada es limitada o se ha estancado.

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Finalmente, en el ámbito del salario real, el panorama es inverso al del empleo, ya que se distingue una recuperación del poder adquisitivo general respecto a noviembre de 2023. Sin embargo, la heterogeneidad persiste. El salario real general se encuentra 2,5% por encima, pero los sectores ganadores muestran la mayor recuperación con un alza de 5,8%, mientras que los sectores perdedores se recuperan de forma más moderada, con un aumento de 1,9%, puntualiza.

De cara al cierre del año, se espera una continuidad en la irregularidad de la actividad económica, con subas y bajas, expresa Invecq. El último dato de actividad conocido corresponde a agosto, que mostró una variación positiva de 0,3% luego de tres meses consecutivos de caídas. Se espera para septiembre una caída cercana al 1%, reflejando la desaceleración en créditos y comercio minorista de ese mes. No obstante, se anticipa un leve repunte en octubre, sustentado por indicadores mixtos: si bien se registraron aumentos en despachos de cemento (5,3% en el mes), créditos al sector privado (1,1%) y comercios minoristas (2,1%), se vieron contrarrestados por la caída en los patentamientos de autos (-1,5% intermensual).