Las fuerzas de seguridad volvieron a reprimir este miércoles la tradicional marcha de jubilados frente al Congreso de la Nación, en el marco del debate en la Cámara de Diputados por el Presupuesto 2026 y otros proyectos impulsados por el gobierno de Javier Milei. El operativo incluyó camiones hidrantes, gases lacrimógenos y empujones, y dejó al menos un manifestante mayor afectado por gas pimienta.
La protesta, que se realiza todos los miércoles en reclamo por un aumento de los haberes jubilatorios y contra el ajuste, fue contenida por un fuerte despliegue de Policía Federal y Gendarmería Nacional, bajo las órdenes del Ministerio de Seguridad.
El operativo y el inicio de la represión
El accionar represivo se produjo cuando la movilización llegó a las vallas dispuestas sobre Callao y Rivadavia, frente al Palacio Legislativo. Según relataron testigos y jubilados presentes, la manifestación se desarrollaba de manera pacífica hasta que un grupo de personas comenzó a golpear el vallado, lo que derivó en la intervención inmediata de las fuerzas de choque.
Minutos después, carros hidrantes avanzaron sobre los manifestantes para dispersar la protesta, mientras efectivos equipados con escudos, bastones, gas pimienta y postas de goma avanzaban desde el cordón de seguridad.
De acuerdo con fuentes policiales citadas por Noticias Argentinas, la Policía Federal estuvo a cargo del operativo principal, mientras que la Policía de la Ciudad se ubicó en un tercer anillo de contención.
Jubilados denunciaron infiltrados en la protesta
Durante la represión, varios jubilados denunciaron la presencia de “infiltrados” en la movilización. “Nosotros los jubilados estamos de este lado. Este es un grupo que nunca vimos”, aseguró Carlos Alberto Dawlowfki, un jubilado de 75 años que participa habitualmente de las marchas, en declaraciones televisivas.
Otro manifestante reprochó a quienes golpeaban las vallas: “Estamos entregando mercadería acá y ustedes vienen a provocar”. Los jubilados insistieron en que la protesta suele desarrollarse de manera organizada y pacífica cuando no hay provocaciones externas.
Un manifestante mayor resultó gaseado
En medio del operativo, un hombre mayor fue alcanzado por gas pimienta y debió ser atendido en plena vereda por personal médico. En su pecho llevaba un cartel con una convocatoria solidaria para Nochebuena: “Este 24 de diciembre vení, brindá y llevate un pan dulce para Navidad”.
Pese a la cercanía de las fiestas, los jubilados confirmaron que volverán a manifestarse el próximo miércoles, en reclamo por sus ingresos y contra las políticas de ajuste.
El contexto político: Presupuesto, reformas y protesta social
Mientras se desarrollaban los incidentes en la calle, dentro del Congreso los diputados debatían desde las 14.30 el proyecto de Presupuesto 2026, junto con la Ley de Principio de Inocencia Fiscal y la Ley de Compromiso Nacional por el Equilibrio Fiscal y Monetario. Desde sectores opositores y organizaciones sociales advierten que el Presupuesto contempla recortes en áreas sensibles como financiamiento universitario y discapacidad.
La represión a los jubilados ocurrió además en la antesala de la marcha convocada por la CGT para este jueves en Plaza de Mayo, contra la reforma laboral, movilización a la que se sumarán las dos CTA, movimientos sociales y organizaciones piqueteras. Se esperan también protestas en distintas provincias, en un diciembre marcado por la conflictividad social.
Monteoliva respaldó el accionar policial
Tras los hechos, la ministra de Seguridad, Alejandra Monteoliva, respaldó públicamente el operativo y responsabilizó a un grupo al que identificó como “Club Antifascista”. “Un puñado de violentos derrumbaron el vallado y atacaron a las Fuerzas”, afirmó en su cuenta de X.
La funcionaria ratificó además la vigencia del protocolo antipiquetes y advirtió que las fuerzas de seguridad actuarán ante cualquier hecho de violencia. “La manifestación debe ser pacífica. El protocolo está vigente”, señaló, a pocas horas de una nueva jornada de protestas masivas en la Ciudad de Buenos Aires.