BEIRUT/WASHINGTON.- Algunos países árabes cuestionan que las fuerzas estadounidenses hayan matado "de forma sumaria" a Osama Bin Laden y arrojado su cuerpo en el océano, aunque muchos parecen más preocupados por las revueltas en Oriente Medio.
Las dudas se multiplicaron desde que la Casa Blanca reveló que el líder de Al Qaeda estaba desarmado cuando comandos estadounidenses lo mataron el domingo en la villa fortificada de la ciudad pakistaní de Abbottabad, donde se escondía.
El rápido funeral de Bin Laden en el mar, que muchos musulmanes dicen que fue una violación de las costumbres islámicas, también causó ira. "En el Islam no tenemos esta tradición de arrojar los muertos al mar", dijo el periodista saudita Asem al-Ghamdi, y añadió que el funeral fue una distracción deliberada.
"La discusión debería ser si tenían derecho de matarlo sin un juicio previo", añadió.
La revelación de que Bin Laden estaba desarmado contrastó con un relato anterior de un funcionario estadounidense de que Osama "participó" en un tiroteo contra los comandos que asaltaron su escondite.
Abu al-Abed, un ex insurgente sunní de 45 años, que una vez luchó contra las fuerzas de EEUU en Irak, está seguro de que la muerte de Bin Laden fue ilegal. "¿Cómo es que mataron a una persona que no levantó un arma para luchar o siquiera para defenderse? Esto es asesinato. Y eso va a aumentar la simpatía hacia Osama", indicó.
Esas percepciones podrían complicar los esfuerzos estadounidenses para reparar los lazos con el mundo musulmán, tensos por las guerras lideradas por EEUU en Afganistán e Irak después de los ataques de Al Qaeda del 11 de septiembre de 2001.
Réplica
En respuesta a las acusaciones contra el accionar de EEUU, el fiscal general de la Casa Blanca, Eric Holder, señaló que Bin Laden fue un objetivo militar legítimo y que su muerte fue un acto de autodefensa. Sin embargo, dijo que no intentó rendirse ante los marines de élite que ingresaron en su fortificado complejo cerca de Islamabad y lo mataron de dos tiros.
"Fue legal atacar a Bin Laden debido a que él era el comandante enemigo en el lugar, y la operación fue conducida de forma consistente con las leyes y valores estadounidenses", afirmó.
"Si se hubiera rendido o intentado rendirse, obviamente hubiéramos aceptado eso, pero no hubo indicios de que hubiera intentado hacerlo y su muerte posterior fue apropiada", agregó. (Reuters)