CHACO.- Del papelón no se vuelve. El encuentro entre Argentina y Brasil por el partido del Superclásico de las Américas se suspendió por falta de luz. Si, leyó bien, no hay ningún error. Hubo un problema en una de las torres de iluminación dejó a más de la mitad del estadio a oscuras.
"Nos volvemos a los vestuarios y vamos a esperar hasta las 23. Si no vuelve el servicio, no se que pasará", explicó el árbitro chileno Enrique Osses que, con cara de pocos amigos, tuvo que salir a dar explicaciones.
Pero el problema nunca se solucionó. Cuando llegó la hora señalada, nadie sabía que hacer. Se había recibido la orden de aguantar el mayor tiempo posible. Pero el milagro no llegó y el encuentro se terminó suspendiendo.
"Se suspendió, boludo", la frase del vicepreisdente de Boca, Juan Carlos Crespi, anunciando al periodismo la medida fue el punto culminante de una noche llena de desatinos.
Al principio se había especulado que el duelo se disputaría hoy durante el día para evitar que el problema se pudiera repetir. Pero esa posibilidad quedó descartada. ¿Motivos? Los brasileños debían estar en su país hoy al mediodía y, en el caso de los argentinos, los clubes pondrían el grito en el cielo porque no contarían con sus futbolistas para afrontar la fecha 10 del torneo Inicial.
"Esperamos lo máximo posible para poder jugar, pero fue imposible", explicó Germán Lerche, presidente de Colón y máxima autoridad de la delegación "albiceleste" en Chaco que no dio ni la más mínima pista sobre cuando se disputará el encuentro. La próxima semana hay partidos de las Eliminatorias.
Fuentes cercanas a los organizadores explicaron que el micro que utilizó Brasil chocó uno de los generadores de emergencia dejándolo fuera de acción. Otros, en cambio, reconocieron que fue un exceso de consumo. "Esto es indefendible. Nunca nos sucedió algo así. Tocó en esta ciudad donde se hizo muchísimo esfuerzo", explicó Guillermo Toffoni, uno de los responsables de la empresa que organizó el encuentro. (Especial)