La fama y la fascinación que causaba fuera de la pantalla crearon infinidad de mitos sobre su vida privada. Pero amigos y ex parejas afirmaron que era una mujer completa y radicalmente diferente a la que todos creían ver. Marilyn Monroe (Norma Jeane Mortenson, en realidad) era una mujer culta, con 400 libros en su biblioteca, enamorada de los clásicos, interesada también por los libros de cocina o de religión, y entusiasta por escribir poemas. Luego de su muerte, su biblioteca fue catalogada y más tarde subastada por Christie's, en Nueva York.
El sitio Librarything realizó una lista con 262 títulos de la colección de Marilyn, en la que pueden verse muchas obras maestras de la literatura. Algunos de los libros que la actriz leía eran Ulises, de Joyce; Crimen y castigo, de Dostoievsky; Humo, de Turgenev; obras de Chéjov; Memorias de una joven católica, de Mary McCarthy; Ciudadela, de Antoine de Saint-Exupéry; La casilla de las macetas, obra teatral de Graham Greene; El sonido y la furia, de Faulkner; Rojo y negro, de Stendhal; los poemas completos de Edgar Allan Poe, entre otros. Pero también poseía textos de Freud, Proust, Pushkin, Lewis Carroll, Oscar Wilde, Khalil Gibran, Emily Dickinson... Es probable que esta información destruya la imagen de la "rubia tonta" que Hollywood creó.