Respira profundo, le pone el pecho a las balas. La caída fue un mazazo, un golpe recto al corazón ilusionado. Pero él sigue de pie. Y no puede menos porque manda, y así ordena jamás perder la esperanza. Carlos Roldán puso el optimismo delante de todo, delante de un 0-2 que para más de uno pinta complicadísimo de remontar. Pero según el DT... "No estamos perdidos, seguramente el viernes volveremos con la clasificación", dijo a la salida de un vestuario en silencio.
"En el segundo tiempo hicimos los méritos para empatar. Ellos no hicieron demasiado, pero en una contra definieron el partido", opinó el mandamás "santo", al menos conforme con lo que le demostró el equipo, que no se plasmó en el marcador. ¿El motivo? También lo tiene fijo: "tuvimos muchas situaciones y nos las convertimos. Ellos tienen un plantel experimentado y creo que eso inclinó la balanza un poquito. Después quedamos expuestos a una contra. Y así fue...". El segundo gol de Juan Manuel Aróstegui parece letal para San Martín, aunque Roldán grita a los cuatro vientos que su equipo tiene vida.
"El primer tiempo nos costó mucho: antes del gol empezábamos a 100 y queríamos terminar a 200; y después, arrancábamos a 200 y queríamos terminar a 300", analizó un Roldán detallista, convencido de que el error más grave de todos fue la ansiedad. "Este es un plantel joven y es previsible que pase eso, ya lo sufrimos en otros partidos", comentó y por no haber aprendido la lección no le dio más vueltas a la cuestión. "En el complemento nos tranquilizamos y nos fue mejor" devela la receta el DT. Así metió a su rival en el arco, a pesar de no haberlo quebrado.
Por eso Roldán insiste con la confianza, con el buen ánimo. "Como primera medida tenemos que estar convencidos nosotros. Es que por más difícil que uno vea las cosas, siempre hay que estar convencido de que puede lograrlo", es el discurso del DT que fue claro: "si yo no soy optimista me voy a mi casa".