"Quiero saber si el gobernador (José Alperovich) sabe que el delegado Juan Horacio Páez me hizo compartir con un policía de la comisaría de Aguilares hasta la ayuda escolar de mis hijos", bramó Miguel Flores (38), quien se había desempeñado como sereno. La misma indignación expresaron Exequiel Berdía (33) y José Aredes (31). Se trata de los tres ex empleados de la comuna de Santa Ana que en octubre pasado denunciaron en LA GACETA que el comisionado los obligaba a compartir sus salarios con otras personas. En esa oportunidad, los ex trabajadores habían radicado una demanda por estafa contra Páez.
Nueve meses después, según su abogado, la causa fue archivada en la Fiscalía de la I° Nomimación de Concepción. "Nuestro reclamo es porque no se produjo ninguna prueba de las ofrecidas por esta parte. Ni siquiera me permitieron constituirme en querellante. Las dilaciones fueron constantes por parte de la Fiscalía. Desde el punto de vista procesal seguiremos con esto, porque es una injusticia", consideró el letrado Marcelo Morales.
"Todo igual"
"Lo peor es que todo sigue igual. Hay personas que tienen que dividir sus sueldos", se quejó Aredes, quien había cumplido funciones de albañil. Berdía -cumplía tareas de saneamiento- recordó que tras la publicación en este diario, empleados del Ministerio del Interior los habrían ido a buscar. "Nos trajeron a la ciudad, al ministerio. Darío Montero (funcionario de la cartera) nos dijo que volveríamos a laburar en la comuna, pero no dijeron nada de la denuncia", recordó Flores.
Aredes consignó que específicamente les pidieron que no hablaran más con los medios. "Nos llevaron una sola semana al hospital de Los Sarmiento a hacer mantenimiento y limpieza. Nunca más. Sólo queremos trabajar", renegó.
En octubre, los ex trabajadores consignaron que una vez que cobraban -poco más de $ 3.000- alguien pasaba por sus casas a pedirles la mitad del sueldo. Al ser consultada por LA GACETA, la subcomisionada de Santa Ana, Lucía Vázquez, había admitido la operatoria, pero aseguró que era consensuada. Páez, en cambio, había negado la situación. Explicó que, como estaban bancarizados, no habría sido posible.