Alzó un trozo de pescado con el tenedor. Y antes de llevárselo a la boca, levantó la cabeza, miró a sus discípulos y les dijo: "amaos unos a otros como yo los he amado. No se peleen con el amayismo -por lo menos hasta octubre- y multipliquen, como si fueran peces, los votos en las elecciones del 27 octubre".
Según cuentan los asistentes al convite, más o menos así les habló en la noche del jueves, el gobernador José Alperovich a los candidatos a diputados del Frente para la Victoria (FpV) y a los ocho concejales alperovichistas de la capital, en una cena -no será la última, por cierto- que el mandatario tucumano brindó en su residencia del Barrio Parque Batalla, más conocido como Beverly Hills.
Fue el primer asado que el mandatario le regaló a sus colaboradores, luego del magro resultado electoral que alcanzó el alperovichismo -sobre todo en la capital- en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). No obstante, durante el encuentro, todos coincidieron en que fue "una buena elección", si se tiene en cuenta que Tucumán se ubicó segunda en porcentaje de votos obtenidos (el oficialismo alcanzó el 45% en toda la provincia), detrás de Santiago del Estero que logró el 80% de los sufragios.
Alperovich citó a sus invitados a las 20.30. Paulatinamente comenzaron a llegar los comensales. A la mesa se sentaron los concejales capitalinos Ramón Santiago Cano, Esteban Dumit, María Elena Cortalezzi, José Ramos, Ernesto Nagle, Ignacio Golobisky, Luis Marcuzzi y Javier Morof. Además, formaron parte del banquete los precandidatos que encabezaron la nómina alperovichista, Juan Manzur (Ministro de Salud de la Nación) y Osvaldo Jaldo (ministro del Interior). También hubo lugar para algunos miembros del Gabinete y legisladores nacionales, como los senadores nacionales, Beatriz Rojkés y Sergio Mansilla, y los ministros Jorge Gassenbauer (Seguridad), Silvia Rojkés de Temkin (Educación), Beatriz Mirkin (Desarrollo Social), Pablo Yedlin (Salud). Los colaboradores íntimos del matrimonio gobernante Juan Alberto Kaleñuk, Marcelo Ditinis (secretario de Prensa y Difusión) y Alejandro Laurnagaray de Urquiza (ex colaborador de Rojkés en el Senado y actual director de Canal 10) contaron con sus respectivas sillas reservadas. El único legislador invitado al asado fue Marcelo Caponio, quien hizo las veces de exegeta de los comicios del domingo 11. Mostró un cuadro comparativo con los resultados obtenidos en las elecciones 2009 y afirmó que el Frente para la Victoria sólo perdió 13.600 votos. Mientras servían los cortes del carne, de pescado y de pollo, los comensales le aseguraban a su líder político que trabajarán para sentar a tres diputados en el Congreso. Cuentan que Alperovich pidió que no haya divisiones internas y, sin decirlo abiertamente, instó a guardar en el freezer la pelea que el alperovichismo mantiene con el intendente, Domingo Amaya. "Muchachos, necesitamos 30.000 votos más en toda la provincia. Les pido que trabajemos todos juntos. Ahora no tiene sentido pelear, después de octubre veremos", fue el mensaje que bajó el titular del PE, según coincidieron varios asistentes al encuentro culinario.
En un momento del asado, el mandatario hizo referencia, en particular, a la situación política que se viene en el Concejo Deliberante de la capital. Alperovich les recomendó los ediles que le responden políticamente que "estén atentos" a los proyectos de ordenanza que ingresen desde el Departamento Ejecutivo municipal. "Nos dijo que le consultemos todos los pedidos del amayismo que ingresen al Concejo", confió un edil capitalino quien pidió estricta reserva de su nombre.
Asado, pescado, pollo y ensaladas para degustar.- Si bien fue un menú variado, el asado criollo y las ensaladas de berenjena fueron las vedettes de las mesas. Mientras que la mayoría de los asistentes prefirió saborear cortes de carne vacuna, el gobernador José Alperovich y la senadora Beatriz Rojkés eligieron comer pescado. En tanto que el ministro de Salud de la Nación y vicegobernador en uso de licencia, Juan Manzur, optó por degustar pollo a la parrilla. A la hora del postre preponderaron las delicias regionales. La mayoría eligió higo con queso y dulce de cayote con nuez. No obstante, algunos conservadores comensales eligieron la tradicional torta helada. La sobremesa se mantuvo hasta cerca de las 23. A partir de ese momento, los invitados comenzaron a retirarse.
Zapata, pero ni Emiliano, ni Rodolfo.- Los asados que acostumbra brindar el gobernador suelen estar regados con buen vino. Y ayer no fue la excepción. En las mesas se pudieron divisar varias botellas descorchadas de malbec Catena Zapata, unas de las marcas preferidas del mandatario provincial, según coincidieron los invitados. Algunos prefirieron beber cerveza y otros, los abstemios, tomaron agua sin gas o bebida gaseosa.
¿Habrá otro asado con los amayistas?.- Según comentan algunos asistentes a la cena del jueves, en los próximos días Alperovich tiene pensado organizar otra reunión con los legisladores de la capital y el interior. También se especuló con la posibilidad de que, la próxima semana, el mandatario provincial reciba en su casa a los cinco concejales de la capital que responden al intendente, Domingo Amaya.
Dumit, el último en llegar.- El concejal "aignassista" (responde al legislador y peronista díscolo Gerónimo Vargas Aignasse), Esteban Dumit, llegó a la cena cuando todos los invitados ya estaban saboreando sus platos. Antes de Dumit, aunque también retrasados, arribaron los concejales Ignacio Golobisky y José Ramos.
Guillermo Gassenbauer, el gran ausente.- A la mayoría de los invitados que fueron consultados les llamó la atención la ausencia del legislador y principal escudero del gobernador en la Legislatura, Guillermo Gassenbauer. El que sí estuvo fue su padre, el ministro de Seguridad, Jorge Gassenbauer, quien llegó acompañado de su esposa, Viky Castañares. Algunos justificaron la ausencia del hijo del ministro de Seguridad en un viaje que este habría realizado a Capital Federal. "Creo que Guille no estaba en la provincia, sino hubiera sido el primero en asistir", aseguró un comensal.