A la hora de armar el presupuesto de las vacaciones, el cálculo del gasto para alimentación es una de las variables centrales, sobre todo para aquellos viajeros que no contrataron paquetes turísticos completos. Según empresarios de agencias de viajes, consultados por LA GACETA, para comer en Brasil se necesitan, en promedio, unos 80 reales por día y por persona, como mínimo. Esto quiere decir que se requerirán $ 330, al valor del denominado “real turista”, que consiste en la cotización oficial de la divisa (que en las casas de cambios tucumanas llega a $ 3,10) más la percepción del 35% ($ 4,18). La cotización de la divisa brasileña en las pizarras de la city tucumana es casi similar al valor que se pide en el mercado informal fronterizo. Este cálculo surge a partir de la resolución 3.550 de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), que aumentó, desde esta semana, un 15% el recargo, no sólo para consumos con tarjetas en el exterior y para compras de servicios turísticos, sino también para adquirir monedas de otros países.

Si el destino es Uruguay, por ejemplo, los agencieros estimaron que una persona necesitará, como mínimo, alrededor 500 pesos charrúas por día para comer, en los puntos más frecuentes como Punta del Este. Esto quiere decir que se precisarán cerca de $ 225, si se calcula que la divisa uruguaya cuesta, en el mercado cambiario oficial, $ 0,34 más el 35% ($ 0,45).

Los precios minoristas en Brasil y Uruguay subieron este año. Según estimaciones privadas, el índice referencial de los precios al consumidor en Brasil aumentó en noviembre un 0,57%, contra el 0,48 del mes previo. En los 12 meses hasta mediados de noviembre, el índice IPCA acumuló un 5,78%.

En Uruguay, en tanto, los precios minoristas crecieron un 0,2% en noviembre, según informó el Gobierno. La inflación acumulada en los últimos 12 meses fue de un 8,51%, mientras que en el año el alza de precios es del 9,31%. Distinto al caso argentino que, según el Indec, la inflación ya lleva acumulada una tasa del 8,4%, aunque las consultoras estiman que el IPC ya superó el 20% interanual.

Ante este escenario, y con el fin de ahorrar costos y de evitar los trámites que exige la AFIP para autorizar la compra de monedas extranjeras, empresarios de agencias turísticas recomendaron llevar una cantidad mínima de billetes del país que se visitará y pagar los consumos de alimentación con tarjeta de crédito o de débito.

Cómo es el sistema

Teniendo en cuenta que el recargo del 35% para operar con plásticos en el exterior se aplicó como un anticipo del Impuesto a las Ganancias, de Bienes Personales o del Monotributo, el viajero que tributa estos impuestos podrá solicitar la devolución de la percepción con los comprobantes de los gastos. “En Brasil, por ejemplo, la mayoría de los consumos se pueden hacer con tarjeta. El año pasado hubo problemas en algunos lugares para poder operar, pero este año se espera que todo funcione normalmente”, consideró Jorge Gabarain, propietario de una agencia de viajes local.

Sin embargo, el economista Nicolás Litvinoff, director del sitio Estudinero.net, advirtió que el beneficio de usar la tarjeta fuera del país dependerá de la nueva brecha que separa al dólar oficial del paralelo, luego de la resolución de la AFIP. “Con el aumento del 35%, el dólar oficial pasó la barrera de los $ 8,30. De este modo, se acercó al valor del ‘blue’, que está arriba de $ 9 para la venta. Si la brecha es de un peso o más puede ser conveniente pagar consumos con tarjeta. De lo contrario, muchos se incliarán por el ‘blue’”, analizó el economista.

Dudas frecuentes

El aumento de la alícuota para compras con tarjetas generó incertidumbre entre los viajeros, sobre todo en aquellos que pagaron parte de su contratación, y que mantienen saldos pendientes de cancelación. El empresario, Eduardo Brito, explicó que entre las consultas que mencionan los pasajeros, la más frecuente es sobre qué monto se aplica el recargo del 35%. “La resolución señala que la percepción se calcula sobre el importe que la agencia gira al exterior para contratar los servicios, tanto de transporte como de hotelería, es decir sin los impuestos”, señaló. Además, recalcó que en el caso de pasajeros que mantienen saldos pendientes con las agencias, la AFIP dispuso que la alícuota se aplique, no sobre el monto adeudado sino sobre la suma total. “Si queda una deuda, se reliquida sobre el monto total de la operación”, subrayó.

El transporte terrestre de pasajeros tampoco escapa a las generales de la ley dictada por el Gobierno. Las empresas que usualmente llevan, durante la temporada, contingentes tucumanos hacia las playas brasileñas ya prevé en el pasaje de ida el cobro del recargo del 35%. Por caso, según pudo constatar LA GACETA, este año el boleto ida y vuelta desde la Terminal de Ómnibus de San Miguel de Tucumán hacia la estación de Camboriú costará cerca de $ 2.300. La temporada anterior el costo era de unos $ 1.600. Por ahora no se ha disparado la demanda y quedan pasajes para las playas del vecino país, usualmente visitada por los tucumanos.