Los ataques se multiplicaron con el correr de las horas. Supermercados, almacenes y otros comercios fueron saqueados por cientos de personas entre la tarde del lunes y madrugada del martes, en medio de una protesta policial que dejó desprotegido al Gran San Miguel de Tucumán. Los delincuentes, a bordo de motocicletas en su mayoría, atacaron los comercios a pesar de la resistencia de los trabajadores que, en muchos casos, hicieron las veces de "policías" para cuidar sus fuentes de trabajo. A pesar de la presencia de personal de Gendarmería en la capital, los disparos se multiplicaron durante la noche en las periferias. Y la incertidumbre invadió la madrugada, luego de que los policías rechazaran la propuesta del Gobierno de una suba salarial del 35%.