En 1990, Andreas Brehme se convirtió en un héroe para Alemania. Fue el encargado de patear el penal en la final del Mundial de Italia, sobre la hora, que le dio el título de campeón a su país.
Hoy, 24 años después de aquella noche fantástica para Alemania, Brehme está arruinado. Al borde de la ruina financiera, el ex jugador alemán necesita de la ayuda de sus viejos colegas para poder sobrevivir, destaca Clarin.com.
"En diciembre próximo, Brehme tendrá que responder ante un juzgado en Múnich por deudas de vieja data que no ha cancelado. De acuerdo a las informaciones que han salido a la luz pública, en el proceso judicial se manejará una suma cercana a las 200.000 euros que el exfutbolista recibió en préstamo privado, y que ha declarado no estar en condiciones de pagar", contó el periodista Daniel Martínez, de Deutsche Welle.
"Como una posible fuente de ingresos inmediatos, Brehme ha puesto a la venta su casa, la cual está hipotecada desde hace ya varios años por 400.000 euros", agrega la nota.
Si bien intentó seguir ligado al fútbol (su último trabajo fue en el Stuttgart, como asistente técnico del equipo de primera división), no le fue bien. Ahora, Brehme busca una salida. Que podría ser de ayudante de limpieza de cañerías, sanitarios e inodoros. Oliver Straube, un ex jugador alemán, asegura que le dará trabajo.
"Estamos dispuestos a emplear a Brehme como ayudante, en nuestra firma de limpieza de canalizaciones. Allí él se enterará lo que es trabajar de verdad haciendo el aseo de los sanitarios e inodoros. Eso le servirá para enterarse de cómo es la vida y mejorar su imagen", declaró hace poco.