El jefe del Kremlin, Vladimir Putin, consideró que hay posibilidades de normalizar la situación en la conflictiva zona del Donbás, más de una semana después del diálogo de paz sobre Ucrania celebradas en Minsk. “Si el acuerdo de Minsk para una solución del conflicto en el Este de Ucrania se cumple, estoy convencido de que la situación se normalizará paso a paso”, dijo Putin. Al igual que Europa, Rusia no está interesada en la guerra, subrayó. “Creo que un escenario apocalíptico apenas es posible y espero que no se llegue a eso”, señaló el presidente ruso. Putin dijo que ve indicios de que paulatinamente resurge la confianza entre Rusia, Alemania y Francia gracias a las recientes negociaciones en Minsk. En la capital bielorrusa se aprobó un plan de paz para la región del Donbás el pasado 12 de febrero, aunque los combates no han cesado y las partes se acusan mutuamente de infringir los acuerdos. El mandatario ruso instó al presidente ucraniano, Petro Poroshenko, a construir un vínculo con el Este de Ucrania “de manera civilizada” y a proteger los derechos e interesas de las personas en el Donbás, la mayoría de habla rusa.
Norcorea pone a sus tropas en máxima alerta nuevamente
El líder norcoreano, Kim Jong-un, puso a sus tropas en disposición total de combate durante un “discurso histórico”, informaron medios estatales ante el inicio de las maniobras anuales de primavera (boreal) de las fuerzas de seguridad estadounidenses y surcoreanas. Kim dio su discurso en una reunión de la Comisión Militar Central del Partido de los Trabajadores que gobierna el país. El mensaje del máximo líder del país siguió a una serie de ejercicios del Ejército norcoreano en la última semana, con el que pretende simular un ataque contra islas cercanas de Corea del Sur. El ejercicio se dirigía especialmente contra Estados Unidos, que tiene estacionados 28.500 soldados en el país vecino, según medios estatales. Los analistas temen que las tensiones vuelvan a agudizase ante las maniobras previstas en marzo por EEUU y Corea del Sur. Corea del Norte acusa a Washington de planear un ataque, algo que Washington niega.