La plaza de un barrio está a oscuras
En el barrio Los Plátanos la plaza está totalmente a oscuras desde hace seis meses, según indicó un vecino de calle Vicente Gallo al 1.400. “La plaza está limpia, pero no hay luz. Y las clases ya van a empezar, y ese es camino obligado para los chicos que vuelven de la escuela al atardecer”, manifestó el vecino.
piden que limpien un baldío Una lectora que vive en 25 de Mayo y Ecuador reclama por el estado de un terreno baldío ubicado en esa esquina. “Es un nido de alacranes, de cucarachas y demás alimañas. Y salen pericotes que cruzan la calle como si nada”, afirmó.
Pide una casilla nueva
Blanca Mohamed vive en Francisco de Aguirre al 2.700, en una casilla de una sola pieza, que comparte con sus dos nietos. “Hace rato que del Gobierno me han prometido que me iban a hacer una casilla nueva, porque cada vez que llueve, la que tenemos se moja por entero. Hace un año que ando peregrinando por una casilla”, afirmó Blanca, que tiene 75 años.
Dejan los camiones en la parada del ómnibus
Los vecinos de la zona de Paso de los Andes y Belgrano están indignados. Según dijeron, tomar el ómnibus en ese lugar es una misión casi imposible. “A pocos metros hay un supermercado y los camiones que traen mercadería estacionan sobre la parada y a veces en doble fila. Los colectiveros no nos ven, siguen de largo y nos quedamos sin poder viajar. La otra opción que tenemos es bajar hasta la mitad de la calle para hacerles señas a los choferes, con el riesgo que eso representa. Es una vergüenza que la gente del supermercado permita esto”, renegó una lectora.
Sin agua en el barrio 20 de Junio
En el barrio 20 de Junio se produce una contradicción que llena de bronca a los vecinos: mientras que en las casas no hay agua, los lavaderos clandestinos de autos que funcionan a pocos metros en la avenida Papa Francisco (ex Wenceslao Posse) disponen de incontables litros de líquido para gastar. “Desde hace tres meses que el suministro es irregular. Sólo de madrugada tenemos algo de agua y aprovechamos para acumular lo máximo posible. Durante el resto del día no sale ni una gota de las canillas. Lo indignante es que acá no más, los lavaderos de autos tienen agua de sobra y trabajan como si nada nos ocurriera a nosotros. Queremos que la SAT tome cartas en el asunto”, afirmó una lectora.