Durante los últimos años, el campo tucumano viene sufriendo calamidades climáticas e inconvenientes comerciales que impactan sobre las diferentes producciones agropecuarias, por los bajos precios de los productos y los problemas comerciales de los mismos.

A pesar de esto, con paros y movilizaciones dando a conocer a la opinión pública sus problemas, ya que el Estado provincial y nacional ya lo conocen, los productores siguen apostando a seguir sembrando y utilizando todas las herramientas técnicas disponibles en el mercado para hacer más eficiente su producción.

Esto sucede por la naturaleza propia del productor que, a pesar de los problemas que tiene, sigue sembrando porque es lo que saben hacer, y porque disponen de herramientas que sirven, en muchos casos, para mejorar su eficiencia productiva.

La tecnología de precisión ha venido sorprendiendo con el lanzamiento constante de nuevos equipos, sistemas y programas, que se transformaron en auxiliares indispensables de la agricultura moderna.

Ahora, comienza a prevalecer una etapa que pone la mira en la organización de todos esos desarrollos con una tendencia a mejorar la logística en la utilización de estas herramientas, apuntando a una mayor eficiencia y coordinación entre las máquinas agrícolas.

Granos y caña

Podemos decir que los productores tucumanos de granos son los que mayormente adaptaron y conocieron rápidamente la tecnología que vino de la mano de la Siembra Directa, y de la cual los organismos de investigación agropecuaria, como la Estación Experimental Obispo Colombres y el INTA, fueron los pilares que ayudaron a este gran afianciamiento, que luego con el uso de la biotecnología aparecieron los OGM que nuevamente lanzaron los rendimientos para arriba. Estos organismos también fueron el punto de apoyo para las demás actividades productivas tucumanas, como la citricultura y la producción de azúcar. El citrus local sigue esos pasos usando la mejor tecnología disponible en quintas, empaques e industrias, logrando convertir a la provincia en la primera productora mundial de limón de alta calidad y productos industrializados, muy requeridos por las diferentes empresas alimenticias y medicinales del mundo, que usan estos productos en la fabricación de reconocidas marcas comerciales.

La actividad azucarera viene recorriendo los mismos caminos tanto en fábricas como en cañaverales, buscando hacer eficiente y más limpios las producciones fabriles y buscando mejores rendimientos en los cañaverales con incorporación de nuevas variedades, vitroplántulas obtenidas con biotecnología y sistemas de riego, y eficientizando la cosecha mecanizada, que todas en forma conjunta lograron resultados de rendimientos de cañaverales realmente asombrosos.

Indudablemente, toda esta incorporación de tecnología vino acompañada con el uso de la agricultura de precisión, con el uso de sistemas satelitales que aportan in situ la información necesaria para que las distintas labores como siembras, cosechas, aplicaciones de fitosanitarios y otros trabajos donde se hace indispensable este tipo de tecnología, sean realizadas correctamente con las dosis recomendadas y bien dirigidas. Esto inició un proceso muy grande de reconversión tecnológica en el sector, tanto en el área de los productores como todos los servicios asociados al sector agropecuario. Se comenzó a notar una gran demanda de alimentos, y empezaron a aparecer las inversiones extranjeras. También comenzó a verse un crecimiento en infraestructura en comunicaciones e internet.

Esto hizo que aparezca la necesidad de interactuar con tecnologías que estaban asociadas a las maquinarias. Hoy se ve en muchos campos la utilización de dispositivos móviles de carga y de acceso a la información, que ayudan a administrar mejor la información y hacer llegar esta información lo más rápido y acertadamente posible a las oficinas del campo.

Hoy debe hablarse de “tecnología de la información TI”, siendo estas herramientas las que permitan administrar, almacenar, recuperar y analizar el gran volumen de información que se genera en el sector agropecuario. Lo cierto es que la tecnología sigue avanzando en el mundo y los productores locales deben tratar de estar siempre actualizados, siempre y cuando la rentabilidad lo permita y que el país, políticamente hablando permita que estas herramientas puedan ser usadas sin inconvenientes. Todo esto, tanto las instituciones de investigación y desarrollo agropecuario, privadas, estatales y mixtas, sirvieron para afianzar nuevas tecnologías en todos los niveles productivos. Y deben seguir haciéndolo según las necesidades que demanda el sector, y no por cuestiones partidarias o de políticas sectoriales que solo benefician a pocos y no a todo el arco productivo nacional y regional.