Corridas por doquier. Heridos. Caballos que al galope se llevan puesto lo que encuentran a su paso. Familias intoxicadas por el humo de los gases lacrimógenos. Llantos. Gritos. Insultos. Golpes y más golpes. Detenidos. Una plaza Independencia arrasada por los incidentes. Así lucía anoche el principal paseo provincial, azotado por una feroz represión policial.
Pasadas las 22, la zona estaba colmada por tucumanos que denunciaban fraude y pedían la realización de nuevas elecciones. Según distintas estimaciones, había entre 15.000 y 20.000 personas. Pero una granada de gas lacrimógeno lanzada desde el interior de la Casa de Gobierno fue el inicio del caos. De los hechos, que se prolongaron durante casi una hora, habló el mundo: el tema fue tendencia internacional en Twitter. Cuando se aplacaron los ánimos muchos manifestantes se quedaron en la plaza.