Era un día normal como cualquier otro en el penal de Villa Urquiza hasta que se aproximó el horario de visitas. Los guardiacárceles abrieron las celdas para que los presos recibieran a sus familiares pero, antes de que estos últimos ingresaran, sucedió algo inesperado. Dos reclusos se trenzaron en una violenta pelea y uno de ellos falleció apuñalado.

El trágico episodio se desencadenó alrededor de las 13.30. Según informaron fuentes policiales, tuvo como víctima fatal a Mario Jesús Juárez, quien se encontraba alojado en el pabellón II. Cuando abrieron las celdas para dar inicio al horario de visitas, otro recluso del pabellón I se le habría abalanzado con un arma blanca en la mano. Allí comenzaron a pelearse hasta que cayeron al piso y comenzaron a verse las primeras gotas de sangre.

Los guardiacárceles apartaron al homicida y trasladaron a Juárez al hospital Avellaneda, ubicado a menos de 100 metros del penal. Sin embargo, llegó sin vida. En la cárcel, mientras tanto, se impartió la orden de no interrumpir las visitas para evitar que se caldeara todavía más el ambiente. Uno de los presos le pidió a su padre que se comunicara con la familia de Juárez y le avisara lo que acababa de suceder puertas adentro. De esa manera llegó la noticia a la casa del recluso fallecido.

“Debía estar libre”

“Justo no había ido a visitarlo porque tengo a mi otro hijo internado en el hospital. Me enteré de que hubo una pelea porque el padre de otro preso me llamó por teléfono. Cuando llegué acá, mi hijo ya estaba muerto”, relató Silvia Juárez desde la puerta de la morgue del Avellaneda.

Según las palabras de la mujer, su hijo ya se había enfrentado anteriormente con su homicida y había resultado apuñalado. “Él ya había tenido inconvenientes un tiempo atrás con ese muchacho, que ya lo había lastimado”, recordó. Consultada sobre los motivos de las reiteradas peleas, con una mezcla de miedo y dolor, Juárez se limitó a contestar: “siempre hay problemas por sectores, lo que pasa es que adentro corre muchísimo la droga, entonces las peleas son permanentes”.

A la mujer le dijeron que su hijo fue atacado con una punta y que le propinaron varias puñaladas. Desde el hospital, en cambio, trascendió que el hombre tenía una herida punzante en el corazón. Lo cierto es que la Policía secuestró una punta y un destornillador llenos de sangre en la escena del crimen.

El director del panel, Guillermo Snaider, no quiso hacer declaraciones al respecto. Solo negó que el motivo del enfrentamiento esté relacionado con drogas.

Huérfanos

“Él ya tendría que haber salido en diciembre porque le dijeron que el delito era excarcelable, pero le mandaron mal los papeles desde el Centro Judicial Concepción y por eso seguía allí”, aseguró la madre de la víctima. La mujer agregó que su hijo tenía 30 años y era vendedor ambulante. “Tenía tres hijos, la más chica tiene un año y cuatro meses, ahora la estoy criando yo porque la madre la abandonó”, lamentó, mientras esperaba que le entregaran los restos.