La lectura de la sentencia del histórico juicio por delitos de lesa humanidad cometidos durante el Operativo Independencia dejó abrazos interminables y lágrimas de resignación entres los familiares de víctimas y de desaparecidos.
Si bien fueron condenados a prisión perpetua Roberto "El Tuerto" Albornoz, a Luis De Cándido, Ricardo Oscar Sánchez, Miguel Moreno, Enrique del Pino y Jorge Omar Lazarte y recibieron penas Manuel Rubén Vila (10 años de cárcel), Néstor Castelli (18 años), Jorge Capítán (16 años) y Pedro López (cuatro años), la absolución de José Ernesto Cuesta, Ramón César Jodar, Camilo Orce, José Luis del Valle Figueroa, Alberto Svendsen, José Roberto Abba y Omar Edgardo Parada dejó amargas sensaciones entre el grupo que se ubicó sobre calle Crisóstomo Álvarez, frente a la puerta de ingreso al Tribunal Oral Federal (TOF).
El fallo, que llevó la firma de los jueces Gabriel Casas, Carlos Jiménez Montilla y Juan Carlos Reynaga, fue leído, caso por caso, y víctima por víctima, durante más de dos horas y fue seguido por múltiples sectores políticos y por los familiares de los acusados.
"Es positivo que el juicio se haya hecho y nos parece positivo que el Tribunal se haya pronunciado a favor de la existencia de crímenes de lesa humanidad, en el Operativo Independencia, porque se juzgaban hechos cometidos antes del golpe de estado. Es importante que las víctimas hayan tenido acceso a la justicia y que la sentencia haya sido reparadora", explicó Julia Vitar, integrante de la Fiscalía que llevó adelante la querella en esta causa.
Analizando las absoluciones, la abogada puntualizó en la sentencia que favoreció a Omar Parada, jefe del Regimiento de Infantería de Tartagal y que fue, además, el jefe del Centro de Detención Clandestina de Santa Lucía. "Es preocupante que sobre 17 acusados siete hayan sido absueltos. Cuando hicimos el pedido de penas analizamos cada una de las pruebas recogidas y, en base a eso, hemos solicitados las penas. Vamos a esperar los argumentos para poder evaluar, con mayor tranquilidad, y así resolver sí iremos a Casación. La más preocupante fue la de Parada, jefe de uno de los primeros Centros de Detención Clandestina que hubo en Tucumán. La existencia del Centro Clandestino en Santa Lucía es irrefutable. En esa pondremos mayor énfasis para revertirla", aclaró Vitar.
La sentencia fue seguida por la multitud en las afueras a través de parlantes y no importó el frío ni la lluvia. Nadie se movió de su lugar. Ante cada condena hubo aplausos y abrazos sostenidos, de esos contenidos durante años. A las absoluciones las repudieron con silbidos, cánticos y lágrimas de amargura. Todo bajo una áspera sensación de que la justicia no llegó para todos los acusados.