En el barrio Echeverría se respira aire de venganza. Los dos homicidios que se registraron en menos de siete horas confirmaron la gravedad de lo que se vive al norte de la capital. Con estas son tres las muertes que se produjeron en 20 días y hay un herido que está en grave estado en el Hospital Padilla. Los móviles, en todos los casos, son el sangriento enfrentamiento que mantienen tres bandas que pugnan por el dominio territorial. Por un lado están los Araña y por el otro, los Santos y La Banda de la Emilio Castelar.
La droga y el robo de motos, el origen de la disputaLa escalada de violencia comenzó el 12 de octubre, cuando murió Oscar Ramón Bazán, de los Araña y, tres días después, resultaba herido gravemente Fabio “El Porteñito” Amaya, de La Banda de la Emilio Castelar (en un principio se había informado que había fallecido días atrás). A partir de entonces, los tres grupos utilizaron las redes sociales para amenazarse. Y los planes de venganza comenzaron a concretarse ayer a primera hora.
El primer hecho
Apenas habían pasado un par de minutos de las 4. Patricio Nieva estaba charlando con sus amigos en Emilio Castelar al 2.600. De pronto, le gritó a sus amigos: “¡cuidado!”. Sus compañeros le hicieron caso, pero él no pudo esquivar la agresión. Dos proyectiles le impactaron en el pecho. Fue trasladado al CAPS del barrio, pero falleció a los pocos minutos. Los atacantes actuaron con frialdad y precisión, ya que dispararon desde unos 30 metros. Después huyeron en una moto negra. Un tal “Lautaro” y un tal “Benja”, que responderían a los Santos, habrían sido los autores.
Se robaron el espacio públicoEl homicidio generó conmoción en el barrio. “La noticia corrió rápido. Y las calles se llenaron de ‘soldaditos’. Era obvio que la historia no terminaría ahí. Hace semanas que vivimos con el corazón en la boca. Todos lo sabían, menos los policías. Como siempre, nos dejaron abandonados”, renegó la vecina María Laura de Heredia.
El segundo ataque
Cerca de las 11, los Araña cobraron su venganza. Un grupo de cinco jóvenes, liderados por un tal “Mariachi”, ingresaron a un domicilio de Emilio Castelar al 2.600. Allí, después de amenazar a la familia, ingresaron a la habitación donde dormía Braian Ismael Figueroa, de 15 años. No le dieron tiempo de levantarse; le dispararon tres veces. Su hermano mellizo, Ezequiel, salvó su vida al salir por la puerta trasera de la casa y saltar una tapia para esconderse en la casa de un vecino.
Los familiares lo trasladaron al CAPS San Rafael, pero los médicos no pudieron hacer nada para salvarle la vida. Fuera del centro asistencial, el clima era tenso. “No puede ser que sigamos viviendo así. Los investigadores no se habían terminado de ir y se produjo el otro hecho. Esto parece México, pero con la diferencia de que los políticos creen que estamos viviendo en Suiza”, razonó irónicamente Hugo Jiménez, otro vecino.
La Nación pidió a las fuerzas federales que investiguen al clan ToroMaría del Carmen Martínez planteó otra opinión: “todos dicen que se maten entre ellos, pero no se dan cuenta de que gente honesta queda en el medio. Hay que pensar más antes de hablar”.
“Aparecieron cuando ya había pasado todo. Recién ahí decidieron salir a custodiar el barrio. Esto es un espanto. Ya sabemos cómo seguirá esto: estarán esta noche, quizás se queden hasta mañana. Se irán y volverán los problemas”, agregó Jiménez.
Siete detenidos
En un amplio despliegue de fuerzas, la Policía logró aprehender a siete personas. “Mariachi”, que estaba prófugo por haberle disparado al “Porteñito” Amaya, y “Rodriguito”, fueron acusados del homicidio de Figueroa. Al ser los dos menores de edad, fueron alojados en el Instituto Roca. Ambos, según confirmaron fuentes policiales, tienen antecedentes por robo.
Ayer a la tarde, acompañado por su madre, se presentó ante la fiscala Adriana Giannoni uno de los acusados del crimen de Nieva, conocido en el barrio como “Lautaro”. Tiene 14 años y, al ser inimputable, jamás será enjuiciado por el hecho.
Además, el adolescente había sido aprehendido hace menos de un mes por personal de la seccional 14°, cuando transitaba por la calle con una pistola calibre 40. La Justicia ordenó que se le secuestrara el arma, pero que fuese entregado al cuidado de sus padres. Anoche se definía su lugar de alojamiento, ya que temían por su integridad.
“Los habitantes de este barrio estamos entregados a estos clanes. Ellos venden drogan que es muerte y matan por nada y como si nada. Estamos abandonados y no estamos tan lejos de la Plaza Independencia. Cuando esos chicos se enfrenten en el centro, todos cambiarán de opinión sobre la gravedad del asunto”, explicó Fernando Castro, vecino del barrio Echeverría.
Respuesta oficial
“Son dos familias enfrentadas hace tiempo”
“Se trata de dos familias que están enfrentadas desde hace tiempo. Hasta ahora, están detenidas dos personas, integrantes de una de las familias y resta la aprehensión del que ocasionó la primera agresión”, dijo el secretario de Seguridad, Luis Ibáñez. El funcionario, en una entrevista con LA GACETA, agregó que por el momento no tienen establecido cuáles son los móviles del crimen. “Tenemos que esperar el desarrollo de la investigación”, añadió, antes de presentarse en el acto que se realizó en Yerba Buena. Por otra parte, en la fuerza se explicó que realizan operativos especiales para prevenir nuevos enfrentamientos en esa zona.