BUENOS AIRES.- Parece imparable. De la mano de Gustavo Alfaro, Boca se acostumbró a ganar. Quizás no brilla, no impacta desde lo visual pero su rendimiento es cada vez más sólido, justo lo que sus hinchas extrañaban desde la primera partida de Carlos Bianchi, allá en los inicios de este nuevo siglo.
Anoche, el “Xeneize” le ganó bien a Banfield. Si bien se puso en ventaja gracias a un gol en offside de Ramón Ábila, por lo hecho en el campo justificó la victoria. Mucho más cuando Cristian Pavón marcó el 2-0 definitivo.
Boca luce compacto, firme y cada vez que ataca a fondo lo hace con la convicción de que le asestará un lindo golpe a su rival. Esteban Andrada es una garantía en el arco. Los laterales están cada vez más aceitados y con Lisandro López encontró la solidez en la última línea.
Iván Marcone es un “relojito” en el medio; Carlos Tevez y Mauro Zárate pasan por, quizás, su mejor momento en el último año y en el ataque, Ábila o Darío Benedetto se las arreglan para terminar en gol las jugadas que le generan. Como si eso fuera poco, los que ingresan rinden igual o mejor que los titulares. Ayer sumó su quinto triunfo en fila por la Superliga y va por más. Boca te mata y lo hace con mucho oficio. (Especial)