1. Podés terminar preso por tener una planta o un aceite de cannabis. Esto es técnicamente verdadero, porque la planta, las semillas y sus derivados están todos prohibidos. Sin embargo, explica el abogado Pablo Alcorta, la jurisprudencia (antecedentes judiciales) despenaliza la tenencia cuando se comprueba que es para uso personal y no comercial de las sustancias. Sin embargo, las fuerzas de seguridad están facultadas para detener a una persona que posea cualquier derivado, aunque luego la Justicia disponga su liberación.
2. La marihuana mata neuronas. No es algo que se tenga evidencia científica sustancial, según el Instituto Nacional del Abuso de Drogas estadounidense (NIDA, por sus siglas en inglés). "Nuestra capacidad de derivar conclusiones definitivas sobre el impacto del uso de marihuana a largo plazo en el cerebro humano, basándonos en estudios pasados, es usualmente limitada por el hecho de que los participantes en estos estudios tienden a usar varias sustancias, y típicamente no se tiene toda la información sobre la historia de la salud de los participantes o de su funcionamiento mental antes de participar en el estudio", indica ese instituto de salud pública. Sí hay indicios de que el abuso de esta sustancia en la adolescencia puede conllevar la pérdida de coeficiente intelectual en la adultez.
3. Es una sustancia adictiva. En este punto hay que aclarar que este miedo se posa principalmente sobre el THC, que es la sustancia con efectos psicoactivos que buscan los consumidores recreativos. El cannabidol (CBD), en cambio, no tiene esos efectos y, de hecho, puede contrarrestar los efectos del primero y es la sustancia que más se vincula con los usos medicinales del cannabis, aunque el THC también sería beneficioso en ciertas patologías. Según el NIDA, se estima que alrededor del 9% de las personas que usan marihuana se volverán dependientes a ella. Este número incrementa al 17% en los que comienzan a usar marihuana durante la adolescencia y entre un 25% y un 50% entre los que la usan a diario.
4. Podés morir de una sobredosis. Los médicos que estudian los usos médicos del cannabis sostienen enfáticamente que no puede haber una sobredosis ni muerte por sobredosificación de cannabis. Sí puede, un consumo excesivo (que se da sobre todo al fumar la planta), convertirse en un catalizador de otras patologías psiquiátricas de base, como la esquizofrenia. Por eso, en el uso medicinal, es importante un estudio clínico previo por parte de profesionales de la salud, para descartar estos tipos de antecedentes.