La normativa que desde 2016 regía la producción y la comercialización de cerdos fue recientemente actualizada. Con la idea de brindar asistencia técnica para la formalización de la actividad porcina, el INTA viene trabajando junto a instituciones provinciales y nacionales en la Mesa Porcina Provincial -integrada por la Dirección de Ganadería, por la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de Tucumán, por la Secretaría de Agricultura Familiar, por el SENASA-. En este marco se dio la actualización de la normativa.

“Buscamos que el productor familiar pueda visibilizarse, ya que muchas veces no está registrado. Y esta situación le impide el acceso a una economía formal o a que se posicione mejor en la venta de su producción”, explicó Ruth Macedo, de la AER Monteros. Y agregó que los productores no registrados tampoco pueden acceder a políticas públicas. “El Estado no puede ayudar a agricultores que no figuran en ningún registro”, precisó la especialista.

A partir de las reglamentaciones vigentes desde 2016, Macedo indicó que resulta necesario cumplimentar algunos trámites: Registro Nacional de Agricultura Familiar (Renaf), monotributo social -herramienta que permite comercializar con factura-, Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (Renspa), permiso de radicación, habilitación de funcionamiento del criadero, Registro Porcino Provincial, documento de tránsito electrónico, guía de traslado y transferencia, habilitación de transporte en pie, Registro Único de Operadores de la Cadena Agroalimentaria (RUCA) y Remito Electrónico Cárnico (REC).