El Barcelona volvió a entrenar hoy por segundo día consecutivo sin su (¿ex?) capitán, el crack rosarino Lionel Messi, quien se mantiene en rebeldía tras comunicar al club su intención de marcharse. Mientras, todas las miradas están puestas en la inminente llegada del padre y representante del astro, Jorge Messi, con vistas a la reunión que mantendrá con la directiva azulgrana para negociar su futuro.
Al mismo tiempo que el plantel del Barcelona iniciaba su segundo entrenamiento de pretemporada bajo las órdenes del DT Ronald Koeman y con la previsible ausencia del "10" esta mañana a las 9.30 hora local (4.30 de Argentina), la máxima expectativa mediática estaba depositada en el posible aterrizaje de Jorge Messi en el aeropuerto El Prat, procedente de Argentina.
Sin embargo, el padre del crack rosarino tiene previsto llegar mañana, coincidiendo con la fecha marcada para la crucial "cumbre" con el presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, en la que intentarán encaminar una solución que permita a Messi cumplir con su voluntad de abandonar el club de toda su vida.
Desde que Messi comunicó por burofax su intención de abandonar el Barcelona adhiriéndose a la cláusula que le permitiría salir gratis, hace exactamente una semana, Jorge Messi y Bartomeu mantuvieron contactos telefónicos en los que defendieron sus posiciones encontradas, a la espera de una reunión cara a cara con la esperanza de un acercamiento.
Por el momento, los puntos de vista no han cambiado y mientras el club considera que Messi tiene contrato en vigor hasta junio de 2021 y debería estar ya ejercitándose bajo la disciplina de Koeman, el máximo goleador de la historia del Barcelona ya ha dado por finalizada su relación de 20 años con la entidad catalana.
La directiva del Barcelona insiste en que si Messi quiere irse debe pagar la cláusula de rescisión de su contrato de 700 millones de euros, al tiempo que pretende ofrecerle una renovación hasta el mundial de Qatar de 2022.
Por su parte, los abogados del astro dejaron claro que Messi quiere irse y que ya expresó su voluntad al finalizar la temporada, como en los plazos marcados por el contrato para hacerlo con una carta de libertad, pese a que lo hizo el martes de la semana pasada y no el 10 de junio, debido a que la competición se extendió a raíz de la crisis del coronavirus.
Messi, de 33 años, decidió terminar su carrera lejos del Camp Nou haciendo frente a nuevos desafíos, tras considerar que su etapa culé está agotada y después de dialogar con el DT Ronald Koeman, quien no pudo convencerlo con su proyecto deportivo y, probablemente, por las dificultades de hacer los "fichajes" que ilusionen al argentino.
Todo apunta a que su decisión es marcharse al Manchester City de Pep Guardiola, aunque cada vez son más las informaciones que apuntan a que su traspaso es muy complejo.
Si bien el argentino confía en conseguir el transfer de la FIFA y, en última instancia, parece dispuesto a exponerse a batallar en los tribunales contra el Barcelona, la operación económica requiere mucho músculo financiero y, además, en el caso del City, el club inglés debe tener cuidado con el Fair Play financiero de la UEFA, ya que no puede arriesgarse a una sanción que lo deje fuera de la Champions, algo de lo que se salvó por los pelos la pasada temporada.
El diario catalán Mundo Deportivo enfrió hoy la posibilidad de que Messi termine junto a Guardiola y su amigo Sergio "Kün" Agüero, al afirmar, en línea con la prensa inglesa, que el City no ve posible el fichaje a no ser que el jugador llegue gratis.
Además, advierten que Pep Guardiola, entrenador del Manchester City, habría hablado con Leo Messi para recomendarle que se quedase en el Barça y terminase su carrera en el Barça ante la dificultad económica que supone su fichaje. (Télam)