¿Se puede? Si, se puede. Atlético demostró que sus ambiciones no tienen techo. Siempre quiere más. Ya no se conforma con participar en una competencia internacional. Busca ser protagonista y aspira a llegar lo más lejos posible. No importa el nombre del rival. Ni su historia ni su presente. Demostró que puede darle pelea a cualquiera. Llegó a los octavos de final de la Copa Libertadores y disputó la final de la Copa Argentina. La mentalidad ganadora es el principal atributo que mostró el “Decano” en los últimos años y eso se refleja claramente en la expresiones de los jugadores que integran el plantel. Si bien respetan a Independiente, saben que puede pasar la fase. Si eso sucede, el camino hacia las instancias decisivas se abrirá. Nadie piensa dejar de prestarle atención a la Copa de la Liga Profesional, pero la Sudamericana es el gran objetivo en esta época del año. Alcanzarlo será muy difícil, pero no imposible.
Atlético fue poniendo la vara cada vez más arriba a medida que consolidó su continuidad en Primera y fue superando escollos en las competencias internacionales. Ya no le alcanza con mantenerse. Tampoco se conforma con participar en los torneos organizados por la Conmebol. Siempre sube la apuesta. ¿Es arriesgado pensar en ganar el título? En absoluto. Es una muestra de la confianza de un grupo que se acostumbró a los grandes desafíos. En los últimos años no le fue mal.
Colón puede ser un espejo donde mirarse. El “Sabalero” llegó a la final de esta competencia el año pasado y estuvo a un paso de ser campeón. Si se va un poco más atrás en el tiempo aparecen otros ejemplos. Talleres ganó la Copa Conmebol en 1999 y Rosario Central lo hizo en 1995. Si ellos pudieron... Atlético también.