La nota “Preparados para salir a la pista” (LG Deportiva ,22/04) despertó relatos y vivencias del turf en mi barrio. Al inaugurarse el Hipódromo de Tucumán el 2 de agosto de 1942, al este de la ciudad, sobre la actual avenida Irineo Leguisamo, el turf comenzó su expansión con actividades complementarias fuera de los límites de la pista de carrera. En el barrio Benjamín Matienzo, comprendido entre la avenida Brígido Terán y las vías del FC Gral. Belgrano, separado del campo hípico por los terrenos del incipiente aeropuerto, se instalaron varios stud: tres sobre avenida B. Terán, en la sexta, séptima y octava cuadra- administrados por los cuidadores Miguel Alú, Vicente Cosentino, Rodolfo Castellote y Benjamín Vélez; mientras que Sotero Fuerte y Santiago Suárez eran cuidadores en Díaz Vélez al 500 y 600; y Antonio Lescano, en calle Luis M. Drago al 100. El turf formaba parte del barrio también porque los paseadores Juan Medina, Cacho Zerda, Coco Ortiz -después cuidador- y Arturo Jaime nos acostumbraron al desfile diario de los bellos caballos. Más tarde, Arturo Jaime fue contratado por propietarios de Buenos Aires para cuidar caballos que competían en carreras internacionales. Otros vecinos dedicados a esta actividad fueron Raúl Provenzano, que siendo jockey ganó dos y como cuidador cuatro Batalla de Tucumán; Rodolfo Castellote, triunfador cuatro veces como cuidador en el Batalla; Miguel Alú y Santiago Pila Suárez, hijos de cuidadores, fueron también jockeys. Reconocido por su capacidad en la sanidad de los equino era don Aníbal Baino, herrero y auxiliar veterinario en el Hipódromo tucumano; Salvador Piloto Alú fue el periodista del turf en los diarios Noticias y LA GACETA. El vocabulario turfístico (silla, montura, fusta, bozal, mantas reforzadas, frenos, estribos), los apelativos de caballos ganadores y de jockeys sonaban en las conversaciones cotidianas de los vecinos. Se recordaba siempre el triunfo de Carnaval, ganador del primer Batalla de Tucumán en 1948 y que pertenecía al stud de Santiago Suárez. Realmente el Matienzo fue un barrio de turf. La urbanización obligó a desalojar las caballerizas en los años 60; hoy solo queda el recuerdo.
Ricardo Antonio Brunetti
Julio Prebisch 134
San Miguel de Tucumán