Claves sobre por qué en esta época del año aumentan los incendios en Tucumán

La mayoría de los siniestros son iniciados por humanos y favorecidos por la sequía. Los bomberos trabajaron cuatro días en Tapia.

Duermen con la mochila armada. Listos para subirse a una autobomba en cualquier momento, calzarse el casco y un traje ignífugo. Arranca la época del año en la que los bomberos viven envueltos en llamas. El clima y los malos hábitos de los tucumanos hacen que agosto, septiembre y octubre sean sinónimos de incendios en la provincia. Tres meses en los que los bomberos no tienen descanso prácticamente.

La semana pasada las unidades especializadas en incendios forestales lucharon durante cuatro días contra un incendio que arrancó el lunes a la tarde en la zona de Tapia.

“Trabajó un grupo de bomberos voluntarios compuesto por personal de distintas instituciones, que es el indicado para sofocar los grandes incendios de nuestra provincia”, señaló el oficial principal Cristian Hernán Tola, director de Operaciones de la Federación 3 de Junio de Bomberos Voluntarios de Tucumán.

El incendio de pastizales ocurrió en el cerro El Puntano, ubicado en la Cumbre del Bajo Grande, a 2.050 metros sobre el nivel del mar. La superficie afectada fue de 1.200 hectáreas.

Aunque están acostumbrados a trabajar en medio del aire irrespirable y de las llamas amenazantes, nunca dejan de lamentarse ante cada incendio. Porque saben que se podría haber evitado. Y que muchas veces el daño que deja el fuego a su paso queda para siempre.

“Desde el punto de vista ambiental, las pérdidas son enormes”, sostiene Hernán Rodríguez Salazar, presidente de la Asociación Bomberos de Yerba Buena.

Sin respuestas

La batalla contra el fuego en Tapia duró hasta el viernes. Los voluntarios usaron mochilas con agua, mangueras y machetes para hacer cortafuegos. Nada parecía suficiente para frenar el incendio. También se usó el helicóptero provincial para trasladar personas y el avión hidrante, que es abastecido desde el Aeroclub de Yerba Buena, detallaron.

Cuando lograron apagar las llamas, los bomberos se retiraron como siempre, sin respuestas. Pero con muchas hipótesis. “Presumimos que el incendio se inició en forma accidental. Por esa zona del cerro pasan personas, baqueanos, cazadores y enduristas. Cualquier descuido, en esta época del año, es un peligro”, sostuvo Tola sobre este hecho que abrió la temporada de incendios forestales en la provincia.

En general, según remarcó, más del 90 % de los focos se inicia por acciones humanas. Por negligencia o por intención manifiesta. “Pocas veces son personas mal intencionadas. Son más que nada descuidos. La gente, de a poco, va tomando conciencia. Pero todavía falta mucho. Los fuegos están relacionados a los malos hábitos que tenemos los tucumanos de hacer fuego o de tirar colillas de cigarrillos encendidas, por ejemplo. Los incendios intencionales tienen que ver con quemas de basurales, quemas de cañas o de terrenos que sus dueños pretenden lotear”, explicó.

Rodríguez Salazar admite que está preocupado por lo que se viene. Son meses en los que los bomberos terminan agotados. Los incendios forestales implican muchas horas de trabajo y caminar varios kilómetros cuesta arriba cuando se trata de lugares inaccesibles para la autobomba. “Todo esto desgasta la operatividad de los cuarteles y los recursos que tienen”, opina.

Hasta hace unos años, este tipo de siniestros en los cerros no eran tan frecuentes como ahora. ¿Qué cosas cambiaron? En opinión de los especialistas influye mucho el avance urbano hacia los cerros. Más gente vive en contacto con los bosques, genera basura y suele hacer quemas sin tomar conciencia de lo que pueden generar desde una pequeña fogata mal apagada hasta la colilla de un cigarrillo encendida, más en estos meses cuando todo está seco.

Otro punto importante tiene que ver con el clima. El pronóstico no es nada alentador: se vienen días de sequía y de altas temperaturas. Ese escenario es más que peligroso en los lugares con mucha vegetación porque hay combustible seco, originado en ramas quebradas y hojas en el piso, que conforman un colchón ideal de material inflamable.

¿Incide el cambio climático? El mundo habla de eso. “Algo hay. El cambio climático genera sequías más acentuadas y prolongadas, además de jornadas de calor más intenso. Eso influye en los fenómenos del fuego”, evalúa Rodríguez Salazar.

Aunque las denuncias por incendios vienen aumentando, el ingeniero Fernando Torres, director provincial de Defensa Civil, comentó que todavía estamos por debajo de lo esperable para la época del año. No obstante, hay que ver qué pasa en septiembre y octubre, señaló. Hasta ahora, según los registros de la entidad, los años 2020 y 2022 fueron los que más registraron denuncias por siniestros forestales y quemas de pastizales y basurales.

El año de la pandemia, por ejemplo, hubo un promedio de nueve quemas por día, el doble que el año anterior. Torres recordó que prender fuego es una práctica que está prohibida y penalizada, e instó a los ciudadanos a denunciar estas acciones al 103 (número de Defensa Civil). Sin embargo, reconoció que es difícil de controlar y de castigar.

Los números de Defensa Civil contrastan con los aportados por el biólogo Juan González, en base al registro de los datos satelitales de la NASA. Según este informe, en julio se registraron 470 focos de fuego en Tucumán, cifra que representa un incremento de casi 103 % con respecto a los fuegos verificados en junio, señaló. El mayor número de fuegos se anotó el 5 de julio y el 28 de julio con 65 y 59 focos respectivamente, detalló. Los focos detectados corresponden tanto a sitios de cultivo de caña de azúcar como a bordes de caminos, zonas de cultivo de granos e incluso en zonas de yungas y montañas. De acuerdo con los datos estadísticos los meses de mayores quemas son precisamente agosto y septiembre, por lo que no se descarta que el número de focos de fuego se incremente peligrosamente en esta época.

Consejos para evitar incendios

- Hagan fuego sólo en lugares habilitados, cuando el índice de riesgo es bajo o moderado.

- Si están haciendo fuego en los lugares habilitados, nunca lo pierdan de vista.

- Asegúrense de tener a mano recipientes con abundante agua.

- Nunca hagan fuego debajo de los árboles.

- No arrojen colillas de cigarrillos ni fósforos al suelo en áreas protegidas. Eso puede ocasionar incendios.

- Regresen a casa con su basura. Las latas y vidrios pueden ocasionar incendios.

- Apaguen el fuego con abundante agua.

- Remuevan las cenizas para verificar que no queden brasas encendidas.

- Si hay mucho viento, no enciendan fuego aunque estén en sitio autorizado.

- Consulten el índice meteorológico de peligrosidad de incendio.

Comentarios