“Creo que tengo las ideas claras, el carácter y el liderazgo para este momento histórico”, afirmó Patricia Bullrich, precandidata a presidenta de Juntos por el Cambio (JxC). En una entrevista telefónica con LA GACETA, brindó lineamientos de lo que sería su gestión si llega a la Casa Rosada. Aseguró que reducirá la cifra de ministerios (actualmente 18) para reducir el déficit y que el Estado esté al servicio de la gente, no de los políticos.
Para poder dar el primer paso, la ex ministra de Seguridad deberá vencer este domingo a Horacio Rodríguez Larreta en las Primarias. Bullrich tomó distancia sobre el “gradualismo” que quiere aplicar su rival. En el plano provincial, destacó la gestión que mostró en Yerba Buena Mariano Campero, precandidato a diputados por su boleta. Además, se refirió a la Ley de Narcomenudeo que rige en Tucumán. Opinó que la norma está bien para desbaratar quioscos de droga, pero dijo que debe haber una relación fuerte con la Justicia Federal para no actuar sólo sobre el eslabón más débil de la cadena.
-¿Por qué cree que debe ser la próxima presidenta?
- Argentina necesita un cambio profundo, y para eso se necesita un liderazgo de convicción, con ideas nítidas, que se anime a desarmar todos los problemas que la Argentina tiene; que no termine generando un modelo en el que todo sigue igual y, en cuatro años, volvamos a decir que las cosas no se pudieron hacer. La Argentina tiene que poder enfrentar problemas que trae desde hace mucho tiempo. Mi objetivo es devolverle poder a la sociedad y sacárselo al Estado. Esto es exactamente lo contrario a lo que muchas veces hacen los políticos, porque se enamoran del Estado.
- Luis Petri, dijo que el principal problema del país es el déficit de un Estado. De llegar al Poder, ¿qué pasará con los 18 ministerios que tiene la Nación?
- Estamos haciendo una reforma del Estado. No solamente vamos a tener menos, sino que además van a ser menos verticales. Hoy en el Estado Nacional uno ve que hay un ministerio del que salen cinco secretarías, muchas subsecretarías, direcciones generales y coordinaciones. Es un Estado muy vertical; necesitamos un Estado mucho más chato, donde la cantidad de estamentos que existan sean menores. Eso hace ineficiente al Estado. Si bien vamos a congelar la cantidad de personas que ingresa al Estado, desde el primer día vamos a hacer un pacto con cada provincia para que el Estado deje de ser patrimonio de los funcionarios y sea patrimonio de la sociedad. Para que tengamos el Estado que necesitan los ciudadanos y no los políticos.
- Macri dijo hace unos días que no hay diferencias en el qué y para qué entre usted y Larreta, sino en el ‘cómo’. ¿Cuál es ese ‘cómo’ suyo y cuál el de Larreta?
- Nosotros pertenecemos a la misma coalición, pero tenemos una mirada distinta respecto a cómo es la administración, la gestión y el liderazgo. Larreta piensa que tiene que convocar al 70% de la dirigencia política, sindical o empresarial. Yo creo que la Argentina necesita ponerse objetivos claros y luego convocar a los que realmente quieren ser parte de esos objetivos. Los que van a ser una traba de esos objetivos nos van a hacer pasar el mismo padecimiento que tuvimos en la gestión anterior, que fue generar todo tan lento que terminamos perdiendo el poder. Creo que los consensos tienen que ser muy claros y saber de entrada quiénes van a estar a favor y quiénes nos quieren boicotear. El peronismo parte de una idea: ustedes pueden ganar las elecciones, pero el poder es nuestro. Y yo no les voy a permitir eso, el poder no va a ser de ellos.
- Luego de las críticas al sector de Larreta, ¿cómo harán para estarán juntos tras las PASO?
- Son las críticas normales. Lo que pasa es que estamos desacostumbrados a tener unas PASO. Argentina tuvo tres internas competitivas a lo largo de 40 años de democracia: la interna de Menem-Cafiero; la de De la Rúa-Fernández Mejide; y esta. Entonces no se puede pensar que si uno vive unas primarias no va a discutir. Si no, ¿por qué hace las Primarias? ¿Sólo por una ambición personal de cada uno? Yo creo que no. Elegí presentarme porque creo que tengo las ideas claras, el carácter y el liderazgo para este momento histórico. No elegí por una ambición personal.
- ¿Es útil una Ley de Narcomenudeo como la de Tucumán?
- Hemos hecho en el Gobierno un sistema que está poco usado y que es muy importante. Los gobiernos provinciales que se ocupan del narcomenudeo deben tener una investigación seria y cuerpos no contaminados, porque el narcotráfico es corruptor. Es una causa que va más allá. Por supuesto que la gente quiere que le saquen el búnker que tiene en la puerta de su casa; eso es importante y para eso sirve. Pero si la Policía no actúa, ¿cuál es la sensación? Que hay impunidad. Por eso es tan importante que sea muy seria la relación entre la Justicia Federal y las fuerzas federales y las provinciales. Tienen que actuar en conjunto. Cuando es una banda, hay que poder desarmarla; no solamente ir al eslabón más débil, porque esa droga viene de la frontera, se acopia en algún lugar y luego se vende. Es importante que las investigaciones no se corten. Hay causas que son de narcomenudeo pero que en realidad uno sabe que van más allá.
- ¿Qué opinión le merecen las asimetrías que hay entre Capital Federal y las provincias?
- Estoy en contra. Esas son políticas electoralistas. No puede ser que haya subsidios para algunos y no haya para otros; que uno pague el transporte o la electricidad cinco veces más caro que otro. En el caso del transporte hay muchas injusticias y nosotros necesitamos que todos sean iguales ante la ley. Tener una tarifa que no discrimine entre los tucumanos y los porteños.
- Hay mucha gente decepcionada de los líderes políticos. ¿Qué mensaje tiene para ellos?
- Nosotros llevamos como primer candidato a un muchacho joven, que fue intendente, que todos lo reconocen: Mariano campero. Él está totalmente ligado a una política de gestión, a una política reconocida en Yerba Buena como un gran intendente. Entonces hay que distinguir entre los que creen en políticos que han sido corruptos y no han hecho, de aquellos que realmente han hecho. Por eso nosotros hemos elegido a Mariano Campero, una persona joven, con mucho ímpetu y que todos reconocen en su lugar.