WASHINGTON, Estados Unidos.- El Departamento de Estado estadounidense impuso el jueves sanciones a 13 personas y entidades presuntamente relacionadas con la deportación forzosa y el traslado de niños ucranianos, en un momento en el que aumenta la presión de Washington sobre Moscú por la invasión a Ucrania.
Estados Unidos también está tomando medidas para imponer restricciones de visado a tres supuestas autoridades rusas por su implicación en abusos contra los derechos humanos de menores ucranianos, según informó el Departamento de Estado en un comunicado.
Las sanciones coincidieron con el Día de la Independencia de Ucrania.
“Estados Unidos no se quedará de brazos cruzados mientras Rusia comete estos crímenes de guerra y contra la humanidad”, dijo la embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, en una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre Ucrania.
El gobierno de Ucrania estima que las autoridades rusas han deportado o desplazado a la fuerza a más de 19.500 niños de sus hogares desde la invasión rusa a Ucrania en 2022.
El embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, dijo al Consejo de Seguridad que los países occidentales estaban mintiendo sobre los supuestos secuestros de niños ucranianos, y añadió que Rusia en realidad los estaba salvando.
Moscú afirma que su programa de traslado de niños de Ucrania a territorio ruso es para proteger a los huérfanos y a los niños abandonados en la zona de conflicto.
Entre los afectados por las sanciones del jueves estaba Artek, que según el Departamento de Estado es un “campamento de verano propiedad del gobierno ruso ubicado en la Crimea ocupada por Rusia”. El director de Artek también figuraba entre los sancionados.
En la mira también figuran el asesor del gobernador de Belgorod, los comisarios para los derechos de la infancia de las regiones de Kaluga y Rostov y el Presidente del Gobierno de la República de Chechenia, entre otros.
“Estados Unidos continúa demostrando su compromiso de promover la rendición de cuentas por las atrocidades y otros abusos infligidos por Rusia al pueblo de Ucrania”, declaró en un comunicado el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
La CPI emitió en marzo órdenes de detención contra Putin y su comisaria para la infancia, Maria Lvova-Belova, acusándolos de deportar ilegalmente a cientos de niños de ucranianos, lo que constituye un crimen de guerra.
“Vamos a seguir llamando la atención sobre este asunto, identificando a las personas e instituciones implicadas y haciendo hincapié en él hasta que estos niños se reúnan con sus familias o en una comunidad que permita una educación adecuada. Así que vamos a seguir con ello”, dijo a James O’Brien, jefe de la Oficina de Coordinación de Sanciones del Departamento de Estado.
El Departamento de Estado dijo que Rusia emplea diversos métodos para trasladar a niños de Ucrania, como sustraerlos de instituciones estatales, deportarlos en operaciones de “filtración” donde se evalúa a civiles ucranianos por considerarlos una amenaza para la ocupación rusa, y llevándolos a supuestos campos de recreación en Crimea y Rusia. (Reuters)