Medidas prácticas para frenar la ola de amenazas

El frenesí de llamadas o de mensajes enviados a colegios y escuelas o a la Policía con falsas amenazas de bombas se ha mantenido en estas dos semanas y ha sido particularmente intenso desde el primer día de agosto. Ayer se repitieron los mensajes intimidantes en tres colegios, donde fue necesario movilizar nuevamente a estudiantes hacia plazas cercanas o campos deportivos de las instituciones y a los equipos de bomberos y de Defensa Civil. No obstante, la apertura de procesos a responsables ha generado expectativas en la sociedad de que vaya a ser posible lograr que se supere esta situación de emergencia constante.  

El miércoles pasado hubo una audiencia judicial en la que la madre de un estudiante de la Escuela Técnica N° 3 fue imputada por el delito de intimidación pública en perjuicio de la seguridad pública, a raíz de la llamada que su hijo y dos compañeros hicieron en mayo al 911 desde un teléfono a nombre de ella. La mujer, que pidió que su propio hijo sea llamado a declarar, deberá cumplir ciertas medidas de restricción durante tres meses y presentarse una vez por semana ante la Justicia. Como ella hay unas 10 personas que podrían ser presentadas en audiencias de imputación en los próximos días y están abiertos 45 causas en la Justicia provincial y otras cinco en la Justicia Federal. “Todos tienen complejidades diferentes. Dar con los responsables lleva su tiempo, porque o es tan sencillo como muchos creen. Pero paulatinamente estamos dando con los supuestos autores”, dijo la fiscala a cargo. Se precisó además que la mayoría de los casos podrían cerrarse con soluciones alternativas a la prisión. Una es que los responsables, ya sean mayores o menores de edad, realicen una reparación por los gastos que generaron.

Ciertamente, las novedades de que está actuando la Justicia con medidas efectivas genera la expectativa de que se podrá tranquilizar esta ola que ha causado daños materiales de alto costo en lo que hace a movilización de organizamos de seguridad y complicaciones con los cortes de tránsito, y que tiene además fuerte impacto psicológico en los estudiantes, de modo especial en los más pequeños. Es de destacar en este sentido que incluso los jardines de infantes debieron ser evacuados durante las movilizaciones causadas por las amenazas de bombas. “La sanción es muy importante, porque sirve para demostrar que hay ciertas conductas que no son toleradas por el conjunto de la sociedad. En este caso en que está involucrada una madre, es necesario recalcar la importancia del control parental, hacerse cargo de las acciones de los menores”, dijo el secretario de Seguridad de Yerba Buena.  Convendría que los procesos en marcha sigan su curso con celeridad y que se abran procesos con la misma prontitud en los nuevos casos, hasta que esto se detenga definitivamente. Del mismo modo, convendría insistir con firmeza en campañas de concientización para que se asuma con profundidad en hogares y comunidades educativas que, como dijo el funcionario de Seguridad de la “Ciudad Jardín”, “esto es un delito, no una broma”.