Amenazas de bomba: “Todos los conflictos sociales explotan en la escuela”

El director de la Escuela Técnica N° 1, entidad que recibió tres alertas de bomba, pidió que la familia cobre mayor protagonismo, y que se hable con los chicos.

METÁFORA. Fernández dijo que tras las alertas están “los gritos del silencio”, porque ya no se habla en la familia. METÁFORA. Fernández dijo que tras las alertas están “los gritos del silencio”, porque ya no se habla en la familia. La Gaceta / foto de Diego Aráoz

Las consecuencias de las amenazas de bombas que se están dando en diversos colegios de la provincia no se agotan en la suspensión de las actividades académicas de la institución, ni en la activación del protocolo de seguridad -que incluye el trabajo de la sección Bomberos de la Policía-. A decir del director de la Escuela Técnica N° 1 -establecimiento que ya recibió tres alertas por explosivos-, Claudio Fernández, las consecuencias de estas acciones repercutirán aún en el futuro.

“Estoy angustiado. Soy un convencido de que la educación es el camino para la dignidad; para que emerjan muchos estratos sociales que hoy están postergados. Y con estas acciones innobles, que no tienen asidero ni sentido, se le está vulnerando, cercenando, ese derecho a la sociedad que nos va a remplazar, a la sociedad que se viene. ¿Qué oportunidad tenemos si no tienen conocimiento?”, preguntó, retóricamente.

Fernández analizó esta situación durante una entrevista que concedió al periodista Federico van Mameren en el programa Panorama Tucumano, la nave insignia de LGPlay. “Siempre les digo a mis docentes que a los alumnos hay que formarlos para el trabajo que aún no existe. Es un desafío; formar para lo que va a venir”, subrayó Fernández, que también dirige la Tecnicatura Universitaria en Programación, en la Facultad Regional Tucumán de la Universidad Tecnológica Nacional.

Destacó el boom de la Inteligencia Artificial y del desarrollo de múltiples aplicaciones a nivel global. Y remarcó que para que los estudiantes sean protagonistas de todos esos avances primero se debe lograr estabilidad. “En este contexto no puedo formar alumnos con estas aptitudes; porque debo interrumpir un derecho, que tanto les costó a muchos. Esa es mi bronca, mi impotencia. Y veo que muchos actores de la sociedad están congelados”, acusó.

Dijo que esperaba una acción judicial que avance con mayor celeridad, que ponga fin a estas amenazas. “Una investigación a fondo, seria, responsable. Mi escuela tuvo tres amenazas de bomba: viernes, lunes y hoy (por ayer). El Ministerio de Educación deberá reprogramar esas jornadas, para que no perdamos contenido curricular. Por mi parte, tuve que mandar a los alumnos a la virtualidad”, contó.

Precisó que perder un día de clases implica mucho más que solo resignar contenido académico. “Va más allá del aprendizaje; se pierde la socialización del alumno con sus pares, con los docentes”, reprochó. Y añadió que a eso hay que sumarle los casos en los cuales los estudiantes no tienen acceso a la virtualidad.

Fernández consideró que el motivo por el cual se están registrando las amenazas de bomba estriba en cambios que se fueron dando en la sociedad; fundamentalmente, en la familia. “Estoy persuadido de que el origen de todo esto es la falta de escucha. Muchas veces, sin darnos cuenta, por dar bienestar a la familia nos olvidamos de la familia. Y esa familia nuclear se atomiza; y pierde el modelo, y ya tiene otra impronta. Y todos los conflictos sociales explotan en la escuela”, puntualizó.

En ese sentido, estimó que se debe fortalecer el vínculo con los adolescentes. “Hay que escuchar a los pibes, abrazarlos... ‘¿cómo te fue, qué te preocupa, qué te ocupa, qué te gusta, qué querés, cómo te puedo ayudar. Pero es difícil, porque todos están en la búsqueda frenética del ‘vil metal’”, protestó el educador.

Rechazó, además, la idea del castigo. “No estoy de acuerdo con eso. En mi escuela tengo prohibida la palabra castigo. Al pibe hay que decirle que hable con la mamá, con el papá, con el preceptor, con el profesor, con el director, con quien quiera; pero que cuente lo que le pasa. Debe ir a la escuela a ser feliz”, subrayó.

En este escenario de incertidumbre, Fernández, solicitó que apuesten por la educación. “Papás, mamás, sigan creyendo; las escuelas van a seguir siendo el lugar más seguro. Acompáñenlas; jueguen con nosotros a formar a sus hijos. Crean”, pidió.

Consultado por Van Mameren, acerca de cuál cree que es el origen de las alertas apócrifas, sin titubeos respondió: “Las amenazas vienen de los gritos del silencio”.

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