Por Julio Coronel
03 Septiembre 2023
Para que la leve mejoría demostrada contra Flandria sea el inicio de la resurrección, San Martín tiene la necesidad de volver a ser el equipo sólido y agresivo que le permitió ganar cinco de los siete primeros partidos de la mano de Pablo Frontini.
Es que en el último tramo de la temporada de la Primera Nacional, el “santo” ya no se puede permitir más licencias ni distracciones, esas que le impiden sumar tres puntos de visitante desde hace dos meses, cuando derrotó a All Boys, en Floresta. A falta de siete fechas para definir a los dos finalistas, que lucharán por el primer ascenso a la Liga Profesional, en medio de un torneo marcado por rendimientos irregulares hay una decena de equipos que todavía tienen latente la chance de alcanzar el premio mayor.
Los tucumanos dependen casi de sí mismos y ésta tarde, en Mar del Plata, se enfrentarán a un Alvarado que logró alejarse del descenso pero que tiene pocas posibilidades de ingresar al Reducido.
En los papeles, y mirando los rivales complejos que tiene por delante, este es el partido que San Martín debe ganar para plantarse en el medio del ring y recuperar la confianza, que cuando los resultados no llegan termina convirtiéndose en una presión extra. Aunque nadie lo diga, se sabe: una victoria lo pondrá en la pelea, mientras que un empate o una derrota prácticamente lo condenará a pensar en el segundo ascenso.
Como condimento extra, este fin de semana el tambaleante líder de la zona A, Almirante Brown, tendrá fecha libre, por lo que el equipo tucumano tendrá la oportunidad de acortar a dos puntos la distancia con un rival que en la penúltima fecha visitará La Ciudadela.
Si bien durante la semana Frontini evitó analizar el futuro inmediato de su equipo, para no generar “presiones” entre sus dirigidos, internamente sabe que en Mar del Plata puede comenzar un nuevo campeonato para San Martín.Para el juego de esta tarde, el DT “santo” recuperará a Franco Meritello y a Leonel Bucca, que cumplieron con las sanciones disciplinarias, después de las expulsiones sufridas ante Defensores Unidos y ante San Martín de San Juan, respectivamente.
Pero así como recupera a dos de sus habituales titulares, el entrenador debió dejar afuera de la lista de convocados a Ismael Quilez (necesita una cirugía artroscópica para reparar el menisco intento de la rodilla izquierda) y a Nicolás Sansotre (sufrió un desgarro en el músculo semitendinoso en el muslo izquierdo).
Esto obligó a Frontini a cubrir el costado derecho de la defensa con Axel Bordón, que volverá a ser titular después de 18 partidos, en los que acumuló apenas 60 minutos, en cuatro juegos ingresando desde el banco.
Aunque la alineación recién se confirmaría unas horas antes del partido ante Alvarado, no sería descabellado que Meritello y Bucca ingresen desde el arranque, en reemplazo de Nahuel Brunet y de Agustín Prokop, quienes ocuparían un lugar entre los relevos.
Largo viaje a “La Feliz”
La delegación de San Martín llegó al hotel República apenas tres minutos después del horario previsto: las 16.30. Desde muy temprano, las tarjetas de las habitaciones esperaban en el mostrador de la recepción. Como cortesía, todas tenían el escudo del club y una foto de La Ciudadela.
Los 20 jugadores que componen la delegación, más el cuerpo técnico y los dirigentes demoraron casi 12 horas para cubrir el trayecto desde Tucumán, que comenzó poco antes de las 5, cuando iniciaron el camino al aeropuerto Benjamín Matienzo, para tomar el vuelo que los llevó a Buenos Aires. Ahí los esperaba un colectivo que los dejó en Mar del Plata, previa parada para almorzar en Chascomús.
Debido al extenso periplo el equipo debió improvisar movimientos de activación física en un salón del hotel, ya que por falta de tiempo no se pudo programar un entrenamiento.
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