Cartas de lectores VI: educación de los niños

10 Septiembre 2023

En el nutrido cambalache en que vivimos socialmente, encontramos padres cuyo interés por la educación de sus hijos son de variadas dimensiones. Así, vemos padres pegados a sus hijos, otros medianamente apartados, y otros que parecerían ser simplemente conocidos para sus niños. Vivimos un tiempo muy complejo para la educación, por lo tanto, se requiere rigor formativo. Partamos de que educar a un niño o niña, no es solamente mandarlo a la escuela y desentenderse. La educación tiene, esencialmente, dos ambientes: la casa y la escuela. Si queremos educar bien a un niño, para que mañana sea un hombre (o mujer) respetable, comencemos respetando ahora su existencia. Y digo su existencia, porque un ser humano desde pequeño tiene muchos requerimientos necesarios y caprichosos. No es parte de un buen educador ceder a todos los caprichos de un niño. Nunca hay que olvidar que los hijos nos llevan a los mayores como timoneles de sus vidas. Ni que la educación es una obligación de todos. Educar entre todos es mejor y más productivo que ser un simple observador, cuando no un “criticón” del sujeto observado. Todo el planeta es sitio de educación. Por lo tanto, si llevamos al niño a aprender natación, por ejemplo, tenemos que educarlo en ese ambiente; si lo llevamos a una escuela de fútbol, igualmente; incluso si lo llevamos a la Iglesia, allí tenemos que enseñarle cómo tiene que comportarse, y recordarle siempre que es un ser social, por lo que todo lo que haga, bien o mal, impactará en los intereses sociales antes que en sus propios intereses, y todo tiene un precio.

Daniel E. Chávez

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