La Escuela de Sordos Próspero García se vistió de fiesta ayer por la mañana para celebrar el Día de las Personas Sordas. Los alumnos presentaron una obra de teatro y además se hizo una muestra de los diferentes talleres que se dictan en el establecimiento y también participaron instituciones que trabajan con personas sordas, oradores sordos y oyentes.
La directora de la escuela, Viviana Lucas, dijo a LA GACETA que este año la conmemoración cobró mayor relevancia porque se aprobó la ley de lengua de señas que tiene alcance nacional. “Era una ley muy esperada por la comunidad sorda, ya que había sido presentada hace más de 10 años en diversas instancias, pero por diversas cuestiones, su tratamiento fracasaba”, explicó.
Agregó que tras un trabajo conjunto entre diferentes asociaciones de personas sordas del país se le pudo dar más fuerza al proyecto, también se hicieron muchas marchas en Buenos Aires y en otras provincias y se logró la sanción y promulgación.
Respecto de qué avances implica la ley, Lucas subrayó que son muchos. “Lo principal es el reconocimiento de la lengua natural de las personas sordas, lo que ayuda a exigir muchos derechos, por ejemplo la presencia de intérpretes en diversos ámbitos que lo requieran, lo que hoy es muy escaso”, destacó.
Respecto de la necesidad de ampliar la enseñanza de la lengua de señas argentina, la docente dijo: “Se sabe que no todo el mundo la aprenderá, pero es importante difundirla lo más que se pueda. Sí se requiere que aquellos que lo hagan lo lleven a cabo con responsabilidad y respeto, con conocimiento de la comunidad de personas sordas y de sus derechos”.
“Nuestra escuela especialista -continuó- siempre brega por ese derecho al igual que la asociación de sordos. En la escuela común, se debería enseñar lengua de señas, aunque sea como taller, y se debería impartir conocimientos básicos de comunicación, ya queeso garantizará un futuro más fructífero en cuanto a la inclusión”.
Desafíos
Según la docente, entre los grandes desafíos que atraviesa la comunidad de sordos se encuentra la falta de intérpretes para poder acceder a diversos ámbitos sociales, así como el poco o casi nulo acceso a puestos laborales. “Estos son los problemas más serios, las falencias más severas para la comunidad sorda. Nuestra escuela erradicar esa mirada clínico médica que existe en cuanto a la sordera, porque cuando un niño muy pequeño es diagnosticado con sordera lo primero que se hace es llevarlo al médico, y lo que este solicita es casi siempre mantenerlo al margen o prohibir el contacto con la lengua de señas, para luego implantarlo a colocarle algún otro dispositivo”, advirtió.
Aclaró que ni la escuela ni los referentes de la comunidad sorda están en en contra de estos dispositivos. “Lo que nosotros decimos es que está bien que se haga todo lo que se considere pertinente para estimular, pero que nunca se deje de lado a la lengua de señas porque esa es su lengua natural, es la lengua de la comunidad”, subrayó.
Agregó como ejemplo: “Si a un niño se le rompe el dispositivo, el chico queda incomunicado hasta que se logra la reparación. Pero si tiene su lengua natural, podrá seguir transmitiendo sus sentimientos, sus pensamientos, podrá, expresarse, en fin, seguirá comunicándose”.
En la plaza
Los festejos continuarán el sábado en la plaza Independencia. Allí junto a otras instituciones vinculadas a la comunidad sorda se realizará una mañana de concientización sobre sus derechos y sobre la importancia y los alcances de la nueva ley de lengua de señas. “Vamos a participar como escuela y vamos a colaborar para que estos derechos sean visibilizados”, finalizó Lucas.