Por una política para mejorar el transporte público

06 Octubre 2023

La emergencia en que se encuentra el transporte público tucumano ha vuelto a superar un pozo de tensión con el acuerdo para esperar unos días antes de pensar en medidas de fuerza, tras el vencimiento del cuarto día hábil del mes para el pago de sueldos. Ayer se pagó a cuenta el subsidio provincial (el 50% del salario) y faltaría el subsidio nacional que, según se estima, llegaría a comienzo de la semana que viene. Pero la situación es crítica, con un nuevo pedido de aumento de salario y con un estudio de costos de los empresarios -estiman que el viaje debería estar en $ 500- que ha generado inquietud y enojo en la sociedad.

El vicegobernador, que dijo que el transporte público de pasajeros en Tucumán está “en emergencia” y aseguró que, si la situación no mejora, “nos vamos a quedar sin transporte dentro de pocos años”, prometió que trabajará en una “política de Estado” para mejorar el sistema una vez que asuma como primer mandatario y dijo que “es fundamental que los colectivos funcionen, que se regularicen las frecuencias y con el tiempo ir renovando la flota”. La cuestión es cómo se va a hacer esto. El servicio tiene una reducción de servicio notoria en algunas líneas y sectores, con muchos ómnibus que se encuentran vetustos. El informe que se dio a conocer hace pocos días da cuenta de que un tercio de los 414 colectivos que circulan por la capital tiene más de 10 años de antigüedad, además de que sólo un 10% tiene rampas para sillas de ruedas y sólo un 41%, aire acondicionado, además de que todas las concesiones están caducas, por lo que funcionan precariamente.

Esta situación se ha ido agravando en los últimos cinco años hasta llegar hasta esta situación crítica, arrastrando muchos días de protestas en este tiempo, mientras el actual esquema inflacionario genera tensiones constantes no en períodos de meses sino de semanas o de días. La ecuación subsidios-tarifas-costos no funciona en este marco de inflación descontrolada y las soluciones que se dan apenas son parches de breve duración. “Compartimos la preocupación de todos los tucumanos de quedarse sin servicio público de pasajeros utilizado por unos 600.000 ciudadanos en toda la provincia. Es un daño muy importante el hecho de que no circulen los colectivos y eso nos llevó a que, una vez más, convoquemos a las partes”, planteó el vicegobernador hace pocos días, cuando se adelantaron $ 250 millones de parte de la Legislatura por el boleto estudiantil, para afrontar la deuda del sector, lo cual no impacta en la emergencia que se genera por los salarios y que es lo que explica que las tensiones se reanuden con tanta frecuencia. “Tenemos que tratar de que los servicios sean de calidad para nuestra gente”, enumeró el vicegobernador, que anunció que se va a trabajar con la intendenta electa. Dijo que van a “aplicar las políticas que vinimos planificando para cada una de las áreas”.

Por ahora se han aplacado los conflictos por unos días, pero nadie ha encontrado la forma de tratar el problema de las asimetrías entre Buenos Aires y el interior -sólo uno de los candidatos presidenciales lo mencionó en el debate del domingo pasado- y tampoco está claro cómo debe ser la participación de la Provincia en lo que hace a subsidios, que cada vez alcanzan menos para mantener un servicio en estado lamentable.

El mismo funcionario reconoció que “esto ayuda a ganar tiempo; no soluciona la cuestión de fondo”. “Hoy tenemos un transporte público que necesita una capitalización, que tiene que mejorar el servicio, y tenemos empresarios que tienen dificultades económicas muy profundas”. Añadió que si la situación no mejora, “nos vamos a quedar sin transporte dentro de pocos años” Quizás antes.

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