Los tres factores que despertaron a los dólares alternativos

Se prevé un escenario de mayor volatilidad a medida que se acerquen las elecciones presidenciales.

DÓLAR. Javier Milei, ante las acusaciones por la corrida de la divisa de EEUU. DÓLAR. Javier Milei, ante las acusaciones por la corrida de la divisa de EEUU. REUTERS

A dos semanas de las elecciones presidenciales, el mercado cambiario se recalentó: los dólares alternativos experimentaron un ascenso propio de los períodos preelectorales, debido a la dolarización de los portafolios y a la conducta de cobertura de los ahorristas. En este contexto, la brecha cambiaria se disparó al 150%, mientras que el Riesgo País volvió a escena, porque el JP Morgan ubicó la tasa en 2.675 puntos básicos. Según Invecq Consulting, hay tres factores que se unen para potenciar este escenario:

1) Aquella cobertura ante un escenario electoral incierto, con el economista libertario y diputado Javier Milei, que propone una dolarización, con serias chances de ganar.

2) El Plan Platita” en un contexto de caída de la demanda de pesos. La notable expansión del gasto público (el “Plan Platita” ya alcanza el 1,6% del PBI) se observa en un momento de contracción real de la demanda de pesos. Si bien los agregados monetarios vienen creciendo por debajo de la inflación hace meses, este comportamiento se aceleró desde las PASO y durante los últimos días. Asimismo, agosto fue un punto de inflexión para los plazos fijos, que estaban “aguantando” pese a que su rendimiento haya sido negativo en gran parte del año.

3) Una macroeconomía muy frágil ((inflación mensual de dos dígitos, actividad en rojo, un Banco Central sin reservas, etc.). Las reservas internacionales netas sitúan en torno a los U$S 6.000 millones negativos, nivel que descenderá hasta al menos a un saldo negativo de U$S 9.250 millones hacia fin de mes/comienzos de noviembre, cuando se deba pagarle al FMI cerca de U$S 3.250 millones entre capital e intereses.

Frente a este escenario de mayor incertidumbre, el Gobierno respondió con la implementación de nuevos tipos de cambio diferenciales, mayores restricciones, e intervención en los financieros; herramientas poco eficaces, a las cuales ya recurrió en reiteradas oportunidades.

1) Más desdoblamientos informales (“Dólar Vaca Muerta” y “PyME”; se extendió el “Dólar Soja”; se rumorea un “Dólar Auto”). A diferencia de las versiones previas en las que se establecía un tipo de cambio fijo, en estas se obliga a liquidar el 25% del total al CCL. Con ello se busca incentivar la oferta de divisas pero también darle mayor volumen y oferta al mercado de contado con liquidación para contener su precio.

2) Se llevó a cinco días el parking para operar con bonos bajo ley extranjera. El objetivo es que parte de ese flujo se canalice vía títulos ley local -cuyo parking es de un día-, segmento en el cual BCRA posee un mayor poder de fuego para intervenir.

3) Se realizaron varios allanamientos en “cuevas” para desalentar la operatoria del blue.

4) El BCRA aumentó su intervención en la cotización de los dólares financieros.

Según Invecq, este nuevo episodio de volatilidad e incertidumbre presionará al alza a los precios internos, y golpeará una actividad que ya viene en caída, sostiene la consultora. La volatilidad cambiaria es cada vez más evidente.  

El precio de los dólares blue y Contado con Liquidación aumentó $ 80 y $ 50 durante los últimos cinco días, cerrando la semana en $ 880 y $ 873, respectivamente -con picos de $900, en el caso del CCL-. De esta manera, la brecha con el tipo de cambio oficial trepó a 150%, acercándose a los máximos de la gestión presidencial de Alberto Fernández. A su vez, la cotización de los bonos soberanos en dólares se derrumbó; y, como consecuencia, el riesgo país creció y ya roza los niveles alcanzados durante la crisis que se vivió en tiempos cuando Martín Guzmán era el ministro de Economía.

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