La inseguridad en la periferia

11 Octubre 2023

En lo que va del año, en nuestra provincia se registraron 70 homicidios, de los cuales 20 fueron en situación de robo, es decir crímenes de la inseguridad. De ese número se desprende que 11 personas acusadas de haber cometido algún delito contra la propiedad fueron ultimadas por sus victimarios. Una cifra que representa casi el triple de los contabilizados en idéntico período del año pasado. Además, todos estos casos todos los casos se registraron fuera de las cuatro avenidas, lo que debería encender las luces de alarma con respecto a la situación en la periferia de la ciudad.

Los datos que se consignan en el informe que se publica hoy dan cuenta de un panorama inquietante. Por un lado, los casos de la mal llamada “justicia por mano propia” superan en más de 50% a los crímenes en ocasión de robo y todas las víctimas –supuestos ladrones abatidos- tenían problemas de adicción. Los padres de varios de ellos dijeron que durante años caminaron por diferentes reparticiones en búsqueda de ayuda para que fuesen tratados por su adicción a las drogas.

“La mal llamada justicia por mano propia no puede ser tolerada de ninguna forma y debe ser castigada con todo el peso de la ley”, sostuvo un penalista. “Los números no dejan de ser alarmantes. Estamos hablando de más de una muerte por mes de este tipo. Son cifras que no hacen más que reflejar el problema de la inseguridad. Indudablemente que hay que trabajar en esta cuestión de manera urgente”. De los 11 fallecidos, siete perdieron la vida por disparos, lo que indica que mucha gente se encuentra armada en la sociedad. Además, de las 11 muertes, cinco fueron provocadas por los disparos que partieron de las armas que portaban tres efectivos en actividad y uno retirado.

También en las estadísticas se advierte que surge todos los casos se registraron fuera de las cuatro avenidas. “En estos lugares los policías brillan por su ausencia en los momentos más complicados”, explicó un vecino de Manantial Sur. “Los uniformados están en el microcentro y la gente de los barrios está desprotegida”, agregó. Un abogado que reside en San Cayetano añadió que “la gente está harta de que primero le roben la ropa de la soga, la silla del jardín y la manguera. Entonces buscan armarse con un palo o una pistola y son capaces de hacer cualquier cosa para defenderse”. “Evidentemente los policías no están distribuidos en las áreas más problemáticas. A eso le debemos agregar que las escuelitas de cualquier deporte han desaparecido y lo mismo ocurre con las colonias de vacaciones. Es decir, no existe la prevención policial ni social”. Estas circunstancias se advirtieron cuando ocurrieron los crímenes de los policías en la zona de San Cayetano, y la muerte del estudiante en la avenida América al 1.400.

Urge que se analice la situación de la periferia, que requiere una estrategia de seguridad que permita avizorar un camino para pacificar esta zona que se encuentra abandonada a su suerte.

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