Habrá que cortar de raíz lo que puede ser perjudicial para los consumidores; los comercios han decidido modificar los precios de productos de consumo masivo a su manera, estrepitosamente y sin precedentes. Sin dudas que algunos, los menos, marcan precios sugeridos de fábrica mientras otros lo hacen según el día y la hora; es el caso de cigarrillos, bebidas y alimentos que alcanzan valores sorprendentes los fines de semana; los precios reales pueden verse en las estaciones de servicio de referencia oficial que tienen minimercados. Hay una ley y organismos de control que deben actuar inmediatamente a favor del consumo, la economía de bolsillo y por ende los consumidores antes que sea una más de las tantas costumbres calificadas como avivadas argentinas.
Williams Fanlo
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