Jorge Liotti: “El proceso electoral estaba destinado a ser diferente”

El periodista de La Nación y politólogo presentó en Tucumán su libro “La última encrucijada”, que analiza la realidad del país.

EVENTO. El periodista Jorge Liotti conversó ayer con su par Federico van Mameren y respondió preguntas de los asistentes en el auditorio de la FET. LA GACETA / FOTO DE JUAN PALO SÁNCHEZ NOLI. EVENTO. El periodista Jorge Liotti conversó ayer con su par Federico van Mameren y respondió preguntas de los asistentes en el auditorio de la FET. LA GACETA / FOTO DE JUAN PALO SÁNCHEZ NOLI.

La Argentina se encuentra ante un punto, y tal escenario puede resultar positivo o negativo. Puede tratarse de un punto de inflexión; y entonces el país comenzará a transitar una curva creciente, con todas las mieles que ello implica. O puede resultar un punto de no retorno, que significará la clausura definitiva de una posibilidad de vuelta atrás, y signará para siempre la suerte de la nación, sumida en constante crisis y pobreza.

Por supuesto, el hecho de que se incline hacia uno u otro carácter dependerá, en mucho, de las acciones que ejecute el Gobierno que resulte electo el próximo domingo 19.

Tal conclusión plantea el libro La última encrucijada, del periodista del diario LA NACIÓN, politólogo y docente e investigador en la Universidad Católica Argentina, Jorge Liotti. El texto fue presentado ayer en la provincia, en el auditorio de la Federación Económica de Tucumán (FET), en un formato de diálogo entre el autor y el secretario general de Redacción de LA GACETA, Federico van Mameren.

La charla se inició con un racconto de este de cómo había dado con el libro y de las impresiones que le iba generando su lectura. “El 7 de agosto entré a una librería, y me encontré con este libro de un periodista a quien admiro mucho. Le mandé un mensaje: ‘¿me lo recomendás’? ‘Te lo recomiendo; está hecho con ganas’, me contestó. En su respuesta sentí la humildad de los que saben, y la seguridad de los que trabajan a fondo”, contó Van Mameren.

Agregó que en sus hojas halló crónicas, reflexiones seguras y sinceras, preguntas respondidas por especialistas, por investigaciones, y anécdotas que permitían entender la geografía que planteaba el libro.

Disparadores

Seguidamente, Liotti contó acerca del proceso de escritura, y de los disparadores que la motivaron. “De tanto ver que se repetían los ciclos de expectativa, ilusión, frustración y fracaso, investigué y encontré que el problema era que aparecían déficits acumulados a lo largo de décadas. Y sobresalían tres factores. El primero de ellos se empezó a visibilizar con fuerza en la pospandemia. Todas las encuestas que dan cuenta del termómetro social mostraban algo que se repetía en cada fin de ciclo, y que puede sintetizarse en la frase ‘esto así no puede seguir’”, señaló Liotti.

Explicó que ese primer factor se conectaba con el segundo: el aniversario de los 40 años de democracia. “Los aniversarios redondos siempre nos convocan a miradas retrospectivas. Y la democracia no estaba funcionando con las necesidades concretas, resumidas en las palabras de (Raúl) Alfonsín, de que con ella se come, se cura y se educa. Habíamos avanzado hacia la institucionalidad; es decir, había elecciones, alternancia en el poder, el que perdía se iba a su casa; ese nivel se logró resolver. Pero hay un cuestionamiento de base, de que el sistema no está funcionando”, indicó el autor del libro.

Liotti mencionó que el tercer factor eran las elecciones, que consideró como las más importantes del siglo XXI en la Argentina. “El proceso electoral estaba destinado a ser diferente; no me imaginaba una elección ordinaria más. Había un sector desilusionado, que tenía mucho para aportar. Una sociedad fragmentada; con votantes que no se comportaban de igual modo a nivel municipal, provincial y nacional; que no tenía un partido predilecto”, puntualizó Liotti.

Pero precisó que la palabra encrucijada del título de su libro no alude al balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei, sino que lo trasciende: “Se trata del rumbo del país, de qué es lo que va a hacer el que gane la elección”.

“Cuándo se jodió”

Liotti contó, también, que en el libro intentó desarrollar la tesis de cuándo se “jodió” la Argentina -en línea con el cuestionamiento, en este caso, sobre Perú, que hace el escritor Mario Vargas Llosa en Conversación en la Catedral-. “La Argentina no se jodió en un momento determinado; se fue jodiendo. Y en eso trato de desarrollar tres procesos en paralelo, que están de fondo a esta percepción del presente. El primero tiene que ver con el absoluto fracaso económico, un fracaso económico que se evidencia simplemente tomar los indicadores de todas las variables -PBI general, PBI per cápita, niveles de inflación, de reservas, de participación en el comercio internacional, etcétera-. Economistas e historiadores sitúan el inicio del declive a mediados de la década del 70, cuando se agota el modelo de sustitución de importaciones y a partir de la cual la Argentina no puede encontrar una matriz de desarrollo que la haga poner en sintonía con lo que ocurre a nivel mundial. La Argentina aún no sabe cuál es su papel y su rol en la economía mundial”, dijo.

Señaló que el segundo problema tiene que ver con la reconfiguración social; en especial, a partir de la crisis de 2001. “Parece que el punto de quiebre está allí, a partir del cual en la Argentina lo que hasta entonces era un techo del nivel de pobreza pasa a ser el piso; y en los últimos 12 años el país casi no pudo perforar el piso del 30% de gente que vive bajo la línea de pobreza -hoy estamos arriba del 40%-. Y el problema más grave es que llevamos 20 años de esta nueva composición; no es que tenemos 40% ahora porque tenemos inflación alta: vamos por una tercera generación de familias que ya han vivido fuera del sistema, que ya no tienen relación con cualquier esquema formal del Estado -previsional, impositivo, laboral-. Es una foto de la Argentina cualitativamente distinta a la que todos tenemos en la cabeza”, destacó.

Y finalmente desarrolló el tercer vector. “El bloqueo político, que es más reciente, que arranca con la famosa grieta, que inicia el kirchnerismo y le termina resultando funcional al antikirchnerismo o al macrismo. Y lo que trajo de diferente, respecto de las viejas antinomias -peronismo y antiperonismo, unitarios y federales- es que ideologizó el debate político. Lo puso en términos morales, absolutos. Y cuando el debate político pasa esa fase, el otro ya no es un adversario, sino un rival a destruir. Está en juego no solo un modelo de Gobierno, sino hasta la libertad de los líderes: ¿me ponen preso o no?”, explicó.

Sobre el cierre, el autor respondió preguntas de los asistentes, no solo sobre el libro, sino también sobre la actualidad política de la Argentina.

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