Otro hecho vergonzoso en Brasil

La Policía reprimió a los hinchas argentinos y los futbolistas, con Messi a la cabeza, tuvieron que dejar la cancha para que vuelva la calma.

FEROZ REPRESIÓN EN EL MARACANÁ. La policía brasileña no tuvo piedad con los hinchas “albicelestes”, a los que atacó con palos antes del inicio del partido. FEROZ REPRESIÓN EN EL MARACANÁ. La policía brasileña no tuvo piedad con los hinchas “albicelestes”, a los que atacó con palos antes del inicio del partido. NA

¡Vergonzozo! Así se califica los incidentes ocurridos en el mítico estadio Maracaná, minutos antes del inicio del clásico sudamericano. Y una vez más, la policía brasileña fue la principal protagonista, reprimiendo a los hinchas argentinos.

En la previa del encuentro, el clima ya estaba caldeado. Un grupo de brasileños quisieron quitarles una bandera a los simpatizantes “albicelestes”, lo que fue controlado por la policía y no pasó a mayores. Cuando parecía que todo se iba a realizar con normalidad, con un puñado de hinchas de la Selección prácticamente mezclados en las tribunas con los seguidores del “scratch”, arrancó lo peor.  

Con los jugadores ya en el campo de juego y mientras sonaba el himno nacional en Río de Janeiro, los simpatizantes argentinos reaccionaron ante los abucheos de los brasileños. De ambos lados comenzaron a arrancar las butacas y a tirárselas. Fue ahí donde la policía comenzó con la salvaje represión, pero solamente contra los que tenían los colores celeste y blanco. Los futbolistas, con Emiliano Martínez, Cristian Romero y Giovanni Lo Celso a la cabeza, se acercaron hasta la zona de la tribuna para pedirle calma a los simpatizantes y solicitarle a los uniformes que dejen de pegar con los bastones.

Algunas mujeres llorando y con niños en sus brazos, lograron bajar las escaleras que separan el campo de juego de las tribunas para estar a salvo. Mientras seguía la brutal represión, Lionel Messi se puso el traje de líder y decidió que todo el plantel se retire de la cancha. “Nos vamos”, dijo el capitán y encabezó la ida al vestuario, antes de informarle al árbitro Piero Maza que no iban a jugar el encuentro porque no estaban dadas las condiciones.

Después de casi 10 minutos y con la intervención de Claudio “Chiqui” Tapia, los jugadores decidieron volver a la cancha. El encuentro se puso en marcha 27 minutos después de lo previsto. “Estábamos muy mal. Veíamos como le estaban pegando a la gente, como pasó en la final de la Libertadores, otra vez la policía reprimiendo a la gente con los palos. Había jugadores que tenían familias ahí. Uno piensa en la gente que está ahí. Estábamos más pendiente de eso, que de jugar un partido de fútbol que pasa a un plano secundario”, aseguró Messi.  La “Pulga” aseguró que decidieron irse para que vuelva la calma. “Era la manera de que se tranquilice todo un poco. Desde abajo no podíamos hacer mucho y veíamos como le seguían pegando a la gente. Podía haber pasado una desgracia. Cuando se calmó todo decidimos ir para adentro, preguntar cómo estaban los familiares, averiguar un poquito todo y después salimos a jugar”, indicó el rosarino.

Está claro que por cómo se sucedieron los hechos podía haber pasado una desgracia. Varios hinchas argentinos tuvieron que retirarse del Maracaná sin ver el encuentro. “Me da mucha lástima que pasen estas cosas. Esto le hace mucho mal al fútbol sudamericano. No está bien todo lo que pasó”, dijo Rodrigo De Paul, en medio de los festejos por el histórico triunfo. “Teníamos mucha bronca por lo que pasó en la previa. Nosotros hablamos jugando. Había mucha preocupación por la gente. Nunca vi una cosa así. No es la primera vez que pasa esto en Brasil. La manera de hacerlos felices a los hinchas era ganando y lo conseguimos”, agregó el volante. Lionel Scaloni también se pronunció sobre los incidentes.

“Primero yo no entendía lo que pasaba. Es muy feo ver que pase eso. Algunos tenían familiares cercanos en las tribunas. Jugar un partido con esas condiciones era algo muy difícil”, señaló e l DT. “Es entendible lo que hicieron los jugadores de irse de la cancha. La idea era que pasen los minutos y que se calme todo”, explicó. Nicolás Otamendi se mostró enojado con la represión policial. “Da mucha bronca porque al final resulta ser que a los únicos a los que le pegan son a los argentinos. Paso en la final de la Libertadores. Daba mucha impotencia. Nosotros estábamos de cerca intentando que los policías dejen de pegar. Realmente era pegar por pegar, porque la gente ni siquiera sé movía y ellos les daban con los palos. Da mucha impotencia no poder ayudar. Espero que esto cambie”, expresó el defensor. Una vez más, la policía brasileña fue protagonista reprimiendo a los argentinos.

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