Por Marcelo Aguaysol
14 Diciembre 2023
El fuerte incremento en los precios de los principales artículos de la canasta familiar, además de la actualización de los valores en pizarra de las naftas contribuirán para que la inflación de este mes sea la más eleva de 2023. El presidente Javier Milei viene advirtiendo de que la suba sostenida de precios será alta en los próximos meses hasta tanto se evidencien los resultados de las medidas que tomó su gestión para disminuir el déficit fiscal. “La inflación de diciembre va a ser sustancialmente más alta que la de noviembre”, advirtió por su parte el ministro de Economía Luis Caputo.
El litro de nafta roza el valor del dólar oficial actualizado ($ 800 tras la última devaluación); lo mismo pasa con los principales cortes de carne. El fideo hace rato pasó esa barrera, lo mismo que el arroz. El litro de aceite cuesta el equivalente a dos dólares. Pero los salarios no se movieron al mismo ritmo. Esa es la cara más preocupante del ajuste. Según un relevamiento de la Fundación Libertad y Progreso, en las dos primeras semanas de este mes, los precios se movieron en torno a un 19% de promedio, lo que pone un piso de inflación del 25% para todo diciembre que dependerá de la evolución de los precios. Esto es consecuencia de la inflación reprimida durante varios años. El atraso de algunos precios ha desincentivado la oferta y generado escasez en varios mercados, inclusive en aquellos de elevada sensibilidad social, como insumos médicos.
Los analistas y las consultoras convocados por el Banco Central para el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) consideran que la inflación de diciembre será del 17,1%, mientras que enero se disparará al 19%.
En tanto, la variación anual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que mide Libertad y Progreso llegaría al 210%, el más alto desde mayo de 1991 (232%).
El informe de la Fundación alertó también que los congelamientos y regulaciones que estuvieron en vigencia durante los últimos años han generado distorsiones de precios relativos que, a medida que se sinceren, presionarán sobre el IPC general de diciembre y los primeros meses de 2024.
En base a los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) hasta noviembre, la presidencia de Alberto Fernández acumuló una suba del IPC general de 931%. Siendo el período más inflacionario desde 1991. Sin embargo, al analizar por categorías, se observa que el IPC compuesto por los precios regulados tuvo un aumento del 574%, mientras que el IPC núcleo, que incorpora a productos no regulados y sin comportamiento estacional, acumuló una suba del 996%. Esto es, los precios no regulados subieron casi el doble que los regulados, sintetiza la fundación.
Según el economista jefe de Libertad y Progreso, Eugenio Marí, “en los últimos cuatro años se usaron los precios regulados como una forma de mostrar un IPC más bajo. Ahora el atraso se volvió insostenible y lo que estamos viendo es el proceso inverso, con los regulados recuperando el terreno perdido y subiendo más que el resto”. Lamentablemente, la actualización de precios es proporcional a lo que fueron los atrasos, acotó. “Por eso, en los próximos meses seguramente veamos subas del IPC mayores a las que veníamos. La clave será ver cómo evoluciona la inflación núcleo, que excluye las subas de regulados y será un mejor termómetro de si el proceso inflacionario tiende a mermar”, advirtió.
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