La estimación de producción de maíz en el país cayó de 57 millones de toneladas a 50,5 millones de toneladas, debido a la presencia de spiroplasma en el cultivo en todo el país. Así lo estimaron técnicos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) -la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estima, incluso, un millón menos-. “Es la primera vez desde que se hacen estimaciones que se ve un daño tan importante por un factor no climático. De hecho hace un año se recortaban de un mes para otro 3 millones de toneladas, por la ola de calor de marzo del año pasado. El impacto que está teniendo la expansión territorial de esta plaga y la enfermedad que transmite duplica ese tonelaje y no es factible evaluar hasta cuánto puede terminar restándole al ciclo maicero 2023/24”, explicó el analista Cristian Russo.
Añadió que el fenómeno sigue expandiéndose y evolucionando; y que exhibe fuertes síntomas en áreas lejanas de las zonas endémicas -el caso del centro del país-. Esta enfermedad puso a la producción de maíz en jaque, ya que la Argentina pasó a sembrar en forma tardía el 65% del área total cultivada debido a los problemas de falta de agua.
Hoy se estima una cosecha de 50,5 millones de toneladas, a partir de un rinde medio nacional de 70,4 quintales por hectárea (qq/ha) -6,5 qq/ha menos-, y 225.000 hectáreas que se restan del área destinada a la cosecha del grano debido al efecto de la enfermedad. Con este número, la cosecha 2023/24 estaría en el quinto lugar entre las mejores producciones de maíz de Argentina, superando en 14,5 millones de toneladas el malogrado ciclo anterior.
Hace un mes se alertaba de la enfermedad; pero el alto nivel poblacional del vector -la chicharrita- resulta inédito, incluso en provincias en donde la plaga lleva años instalada. El nivel de evolución que se observa semana a semana en los cultivos desconcierta.
Chaco es probablemente la provincia más afectada. Hasta hace un mes allí se esperaban buenos resultados. Es un escenario provincial sumamente crítico, donde se están estimando algo más de 100.000 hectáreas perdidas y un rinde de promedio 33 qq/ha.
La situación es un poco mejor en Santiago del Estero, pero también es grave: lotes muy afectados en general y expectativas de 20 qq/ha a 60 qq/ha. Por otra parte, los mejores lotes están “cayéndose” por lo que en algunos campos se adelantará la trilla y se cosechará en húmedo. Se tiene en cuenta una importante pérdida de área y un rinde provincial de 42 qq/ha.
Otras dos provincias afectadas son Salta y Tucumán. También hay daños de importancia en el centro y norte de Córdoba y Santa Fe, áreas que un mes atrás se consideraban con posibilidades de muy buenos rindes.