Cartas de lectores: refugios de ómnibus

Cartas de lectores: refugios de ómnibus
15 Abril 2024


Lace unos años se incorporaron al mobiliario urbano unos vistosos refugios para pasajeros en paradas de ómnibus. Aún pueden verse sus restos desmantelados sobre avenida Mate de Luna y barrio Norte. Su diseño era propio de Dinamarca, por el costoso acero inoxidable con techos transparentes acrílicos -para recibir el escaso sol que tienen en aquel país- y sobre todo para una población de cultura superlativa con el cuidado de la ciudad. Tucumán es todo lo opuesto. El sol puede partir cabezas y el vandalismo hace estragos con los materiales caros y atractivos para el daño. Fueron fácilmente robados y destruidos; con piedras y grafitis. Sin dudas, hubo fallas en el diseño y el criterio empleados. Hoy poco queda de los refugios. La gente sufrida se sienta en los bordes de los caños. Nada de esos techos quebrados da refugio de la lluvia y del sol. Los asientos desaparecieron. Los acrílicos pintados y peligrosamente rotos pueden lastimar a cualquiera que se apoye accidentalmente. De la publicidad que siempre va adosada quedaron carteles inútiles y cortando el paso por su mala ubicación. En concreto, una pésima imagen para la ciudad, que ya de por sí es una de las más sucias y feas del país. La crítica pretende ser constructiva. Por administración y con poca inversión relativa se pueden recuperar, eliminando los acrílicos de los techos y cambiando por chapas prepintadas. Eternas y con sombra. Y los asientos son recuperables con tubos pintados o maderas duras. Todo sobre las estructuras existentes que son de buen material y resistentes. Además hay que eliminar los carteles ya inútiles, para dar una circulación más fluida alrededor de los refugios. Una manera de recuperar elementos de la ciudad de a poco, en un contexto de escasos recursos.

Daniel Mas


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