Una balacera revive la pelea de los Ale con Los Gardelitos

Mercedes Galván denunció a Facundo Ale, hijo de “El Mono”, de haberle baleado la casa. Una disputa que tiene un histórico antecedente.

CINCO DISPAROS. Criminalística marcó en la puerta de Mercedes Galván los puntos donde impactaron los proyectiles; la mujer denuncia a los Ale. la gaceta / foto de diego araoz CINCO DISPAROS. Criminalística marcó en la puerta de Mercedes Galván los puntos donde impactaron los proyectiles; la mujer denuncia a los Ale. la gaceta / foto de diego araoz

El 31 de diciembre se cumplirán 38 años de uno de los hechos policiales más sangrientos de la historia de la provincia: “El doble crimen de Los Gardelitos”. Un caso que corrió la cortina de la ignorancia y dejó ver el enfrentamiento de ese histórico clan con otro que comenzaba a tomar fuerza en las calles tucumanas, el de los Ale. Un expediente que se cerró de forma polémica por las diferentes irregularidades que se cometieron durante la investigación y la instrucción. Una balacera registrada hace menos de una semana encendió todas las luces de alarma. Los descendientes de los protagonistas de ese hecho están enfrascados en una nueva lucha. Hay diferentes versiones sobre cuál podría ser el origen de la pelea. Las más fuertes, un enfrentamiento por una joven o por el dominio de las tribunas de La Ciudadela. Hay otra, pero es descartada: un enfrentamiento por el tráfico de drogas.

“Hace 37 años que vivo con una impotencia por lo que pasó. Me ofrecieron custodia, la rechacé porque no tengo miedo. Espero que esta vez la Justicia haga algo, que me demuestre que en esta provincia hay justicia”, aseguró Mercedes Galván, dueña de la casa que fue baleada el lunes a la madrugada. “Blanca”, como se la conoce, acusó a Facundo Ale, hijo de Ángel “El Mono” Ale por el ataque que alteró la paz en el barrio Victoria.

Según la denuncia radicada en la seccional 13ª, “Facundito” -como se lo conoce al joven en la calle-, a bordo de un Mercedes Benz negro, acompañado por una joven que sería su novia, disparó al menos cinco veces con una pistola calibre 40 contra la vivienda de la mujer que, en esos momentos, estaba durmiendo junto a uno de sus hijos. Luego se retiró del lugar, según las imágenes que registró una cámara de seguridad.

“Estábamos durmiendo porque el día anterior habíamos enterrado a una pariente. Nos despertamos por los disparos. Si hubiéramos estado en otra parte de la casa, nos mataba”, añadió. “Sé que es él. Los ‘piperos’ que están cerca de la casa me contaron que se presentó preguntando cuál era la casa de la ‘Blanca’. Ellos pensaban que quería comprar cocaína, pero cuando entendieron la pregunta, inocentemente le dijeron dónde vivía”, relató.

En la Justicia

La mujer le contó a LA GACETA que realizó la denuncia correspondiente. “Hasta vinieron los de criminalística a hacer un relevamiento. Las balas atravesaron un portón y también impactaron en el autito que tenemos y que estaba estacionado en el garage. Me imagino que ya están investigando el caso”, explicó Galvan, que es hermana de una de las víctimas del “Doble crimen de Los Gardelitos”.

Según pudo establecer nuestro diario, el expediente está en la Unidad Fiscal de Decisión Temprana. Hasta el cierre de esta edición, no se había tomado ninguna medida para esclarecer el caso. Ricardo Fanlo, representante legal de la familia Ale, informó que no sabía de la existencia de esa denuncia y que el Ministerio Público no había ordenado ninguna medida en contra de “Facundito”. “Ni siquiera fuimos informados que se abrió una investigación en su contra”, explicó.

“Por todo lo que nos pasó, sólo creo en la justicia divina”, repitió una y otra vez la mujer durante la entrevista con LA GACETA. Facundo Ale tiene expedientes abiertos en el fuero penal, pero hasta el momento ninguno de ellos estaría cerrado, según confiaron fuentes judiciales.

En el juicio contra el clan Ale, que comenzó en diciembre de 2016 y terminó un año después, el fiscal federal Pablo Camuña, al hacer referencia al poder que tenía el grupo, explicó la enorme cantidad de procesos que afrontaron Rubén “La Chancha” y “El Mono” Ale en la justicia ordinaria y que nunca se cerraron. O que terminaron archivándose. Sospechaba que los acusados contaban con protección policial y judicial. Y mostró números para confirmar sus dichos: desde 1980 hasta 2015 se habían iniciado 93 causas en contra de ellos por lesiones, amenazas, homicidios, usurpación, robo y promoción de la prostitución, entre otros, pero sólo en tres fueron condenados.

Los motivos

Galván, madre de Walter “El Petiso David” Lobo (el sospechado de ser narco que aparece en las redes sociales con joyas de oro) y abuela de Abel Lobo (procesado por varios robos que interactuaba por Instagram desde la cárcel) descartó de lleno que el ataque tuviera que ver con el doble crimen registrado hace casi cuatro décadas. “Eso ya pasó. Nunca tomamos venganza y tampoco lo haremos. No somos esa clase de gente”, explicó. “Es cierto que una pariente le mandó audios a ‘El Mono’ por la muerte de ‘La Chancha’, pero fue una estupidez y no los mandé yo”, añadió en la entrevista.

“Blanca” explicó además que los hijos y nietos de ese hecho no quieren más problemas por ese caso. “’Eduardito’ Ale, que paz descanse (NdelaR: murió en octubre en un accidente automovilístico) se juntaba con nuestros changos. Entre ellos estaba todo bien. ‘El Mono’ tiene un problema: abandonó a sus hijos varones”, señaló la mujer.

La denunciante descartó de plano que el ataque haya tenido que ver con la disputa por el poder de la barra brava de San Martín, como viene rumoreando desde hace varias semanas. “Somos hinchas de los ‘santos’, pero nunca nos interesó ni pretendemos quedarnos con la barra. La mayoría de nuestros parientes van a la platea porque no quieren tener problemas con ellos ni con nadie”, indicó. (Se informa por separado)

PODER DE FUEGO. Dos balas atravesaron el portón y dañaron un vehículo. PODER DE FUEGO. Dos balas atravesaron el portón y dañaron un vehículo.

La mujer, al igual que los investigadores y funcionarios judiciales, descartaron que este conflicto se haya desatado por un conflicto vinculado al tráfico de drogas. “Son estupideces que se están hablando desde hace mucho tiempo. Lo meten a mi hijo en ese tema y nada que ver. Todo el mundo sabe que ‘Los Gardelitos’ no andamos en esa”, explicó “Blanca”.

Galván si tiene una teoría de lo que podría haber originado el ataque. “Hace poco tuvieron problemas por una chica en un baile. Ahí empezaron las versiones y los chimentos que derivaron en este ataque”, finalizó. La versión oficial del doble crimen de Los Gardelitos fue muy similar. En una fiesta realizada en el club El Cruce, “El Mono” Ale recibió una feroz golpiza y fue humillado ante decenas de personas por uno de los integrantes del grupo rival. Así comenzó a escribirse un capítulo negro de la historia criminal de Tucumán. Por esa razón se encendieron las alarmas.

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