Por Olga Inés Pintado
28 Abril 2024
Desde que comenzaron los viajes espaciales fue necesario diseñar trajes que protejan a los astronautas de las radiaciones, las variaciones de temperatura, la baja presión exterior y suministrarles oxígeno y otras cosas que se necesiten durante el vuelo. Los trajes incluyen cascos para proteger la cabeza.
El primer traje espacial fue diseñado por un ingeniero español en 1935, cuando todavía no había fecha para que el hombre al espacio. En 1961, cuando Yuri Gagarin hizo su viaje, usó un traje diseñado en la Unión Soviética. Estos trajes eran muy pesados, incómodos, difícil de ponérselos y muy costosos. Los usados en las misiones Apolo costaban 12 millones de dólares, aproximadamente.
Estos trajes tienen 14 capas de diferentes materiales, entre ellos fibra de vidrio, teflón y aluminio. La visera de los cascos está recubierta de oro, plata y aluminio para proteger los ojos de la radiación. Los trajes son blancos, plateados o naranja para las distintas etapas del vuelo. Los blancos o plateados son para protegerlos de la radiación y los naranjas para el regreso, por si caen lejos del lugar esperado, poder verlos a la distancia.
Las naves cambiaron mucho gracias al desarrollo de materiales, y aíslan mejor la radiación y también las variaciones de temperatura, que pueden ser mayores a 200 grados centígrados. Con esto fue posible mejorar los trajes y hacerlos más confortables. Dentro de las estaciones espaciales no necesitan usar trajes especiales.
Pero también hubo un gran desarrollo tecnológico en los materiales que se usan en los trajes. Hoy se ve que los astronautas se mueven con más facilidad. Incluso los guantes y las botas son más simples.
Lo que sigue siendo un desafío son los trajes que usan cuando tienen que hacer alguna actividad fuera de la nave, comúnmente llamadas caminatas espaciales. Estos trajes son como escafandras que, entre otras cosas, deben mantener una presión en un valor parecido al de la presión atmosférica y regular la temperatura. La presión en el espacio es mucho menor que la atmosférica. Con esos valores de presión el agua hierve a temperaturas muy bajas. Si se despresuriza los líquidos del cuerpo podrían entrar en ebullición, lo que sería letal.
La regulación de temperatura corporal, al no haber aire, se realiza sólo por radiación, por lo que deben estar muy bien aislados para que el cuerpo no sufra con las variaciones de temperatura. En las primeras caminatas espaciales usaba una manguera que los unía a las naves, por la que les suministraban oxígeno. Ellas dejaron de usarse cuando fueron a la Luna, ya que el oxigeno se suministraba con tanques que llevaban en la espalda.
El material de estos trajes debe ser muy resistente. En el espacio hay gran cantidad de micrometeoritos que se mueven a velocidades de hasta 27.000 km/h. El impacto podría perforarlos y aunque la perforación sea como el pinchazo de un alfiler, el traje se despresurizaría y perdería la aislación térmica, lo que le causaría inmediatamente la muerte.
Los trajes para los astronautras que irán a la Luna en 2025 están a cargo de diseñadores de moda muy conocidos. Los técnicos decidirán si esos diseños son apropiados. Lo principal es cuidar la vida y la integridad física de los astronautas.
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