Por Olga Inés Pintado
12 Mayo 2024
Muchas veces se informa que se encontró un planeta que podría albergar vida. Se dice esto cuando el planeta tiene características parecidas a la Tierra y se encuentra en la zona de habitabilidad. Esta es una región, respecto a la estrella central, en la que las temperaturas son las que puede soportar la vida y podría haber agua líquida, entre otras cosas.
Se espera ansiosamente que se encuentre vida extraterrestre. Pero, ¿Cómo se la busca?
Todavía no se puede llegar a planetas extrasolares (planetas que están fuera del Sistema Solar) ni con robots. Solo se llegó a algunos planetas y asteroides de nuestro sistema. La búsqueda es siempre indirecta.
Hace tiempo que se analizan señales de radio que llegan desde el espacio, para ver si podrían ser enviadas por seres inteligentes. A esto se dedica proyecto SETI (Search for ExtraTerrestrial Intelligence), que se inició en la década de 1970 y todavía no tuvo resultados exitosos.
Se han encontrado varios planetas similares a la Tierra. Son planetas rocosos, que se encuentran en la zona de habitabilidad, y son los candidatos a albergar vida. Todavía no se pueden ver sus superficies con los telescopios, aun con los más grandes. Si se pueden “ver” sus atmosferas con los telescopios como el Hubble Space Telescope (HST) y el James Webb Space Telescope (JWST). Con ellos se pueden detectar algunos componentes químicos de sus atmósferas. Lo que se busca son componentes que puedan evidenciar la existencia de agua en la superficie del planeta o que sean producidos por seres vivos.
Recientemente se informó que el JWST habría detectado rastros de vida en el planeta K2-18b, que se encuentra a 120 años luz de la Tierra y que gira alrededor de la estrella K2-18, una estrella enana roja, un poco más fría que el Sol. Fue descubierto con el Telescopio Espacial Kepler en 2015. Por sus características es un candidato a tener vida y está siendo observado intensivamente.
¿Qué es lo que se descubrió, que alentaría la idea de que puede haber vida? El HST detectó vapor de agua en su atmósfera en 2019. En 2023 el JWST detectó moléculas como metano y dióxido de carbono, lo que hace pensar que en la superficie hay océanos de agua. También detectó una pequeña cantidad de dimetilsulfuro (DMS), una molécula que se encuentra en la atmósfera terrestre y es producida por el fitoplancton.
Algunos astrónomos sugieren seguir analizando los datos porque el DMS detectado podría ser un resultado ficticio. Creen que el instrumento con el que se observó no es lo suficientemente sensible para descubrirlo. Por otro lado, la atmósfera contiene demasiado hidrógeno para albergar vida.
Hay que recordar que se está suponiendo que la vida tendría que ser como en la Tierra. Quizás el DMS puede ser producido de alguna otra manera que todavía no se conoce.
En ciencia hay que tener más evidencias para aceptar un descubrimiento. Lo que se ha encontrado no es suficiente para asegurar que hay vida, pero es un resultado alentador. Vale la que seguir investigando este planeta.
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