Rumbo seguro: cómo será la ciclovía hacia El Cadillal

Ayer se presentó el proyecto preliminar del trazado de la ruta para ciclistas que conectará San Miguel de Tucumán con El Cadillal. En algunos tramos tendrá cuatro metros de ancho y habrá varios descansos para quienes la transiten.

Rumbo seguro: cómo será la ciclovía hacia El Cadillal

Viernes por la mañana. Aunque está frío y nublado, algunos ciclistas salen a adueñarse de la ruta 9. ¿El destino? El Cadillal. Es que el camino hacia la villa veraniega es uno de los más elegidos por aquellos que practican este deporte de dos ruedas, como forma deportiva o de manera recreativa. Se estima que la utilizan alrededor de 500 personas por día; y transitan, tímidamente, a un costado de la ruta. Ya se han acostumbrado. Ya saben que su espacio es ahí, al bordecito o en la banquina; y lo aceptan, porque durante décadas se han sentido actores secundarios del asfalto. Pero esos tiempos han terminado: pronto serán protagonistas de la nueva ciclovía que recorrerá 20 kilómetros de la ruta, para unir la capital con el dique.

Se trata de un proyecto en etapa preliminar, que fue presentado ayer en una conferencia para municipios, comunas, empresas y actores del turismo. La idea surgió de la asociación civil Metabici, que viene desde hace años bregando por la necesidad de construir un corredor seguro para ciclistas en esa zona. De hecho, ellos mismos propusieron el proyecto, y se encargaron de realizar todo el trabajo de campo. “Después de San Javier, como principal atractor de ciclistas tenemos la ruta a El Cadillal. Y creemos que era imprescindible proponer una iniciativa que resuelva la inseguridad a la que nos exponemos cada semana -explicó Matías Galindo, representante de Metabici-; consideramos que el ciclista tiene mucho que ofrecerle a Tucumán, y viceversa. Con esto, tenemos todas las condiciones para que la bicicleta crezca en número de usuarios, incluso para incrementar el potencial del turismo deportivo”.

Experiencias

Advirtieron que se trata de una obra innovadora para la provincia y para el país. “Esto no es sólo hacer una ciclovía, sino un aporte a la sociedad para fomentar un uso más activo de este medio de movilidad. Es una obra que no sólo reduce la congestión vehicular, sino que aporta a una vida más saludable y reduce los gases de efecto invernadero -reflexionó Matías Córdoba, de la consultora Bit Arquitectos, que realizó el diseño del trazado-; la idea es fomentar la inclusión y la democratización del espacio público, y que este sea un avance tecnológico importante para toda la provincia”.

Verlo en video es impactante, porque hasta hace poco sólo era un deseo. Hace algunos meses se firmó el presupuesto para concretar la obra, que será financiada por el Consejo Federal de Inversiones (CFI). Desde allí, un grupo de expertos comenzó a trabajar en todos los aspectos de la ciclovía: su traza, las características constructivas de los accesos, el ancho, la carpeta de rodamiento y los aspectos ambientales y sociales que se involucran.

CAMBIOS DE TERRENO. Habrá que hacer algunos movimientos en la superficie para que el trayecto no desgaste a los ciclistas con pendientes. CAMBIOS DE TERRENO. Habrá que hacer algunos movimientos en la superficie para que el trayecto no desgaste a los ciclistas con pendientes.

Todo empezó con las acciones de Metabici. El primer paso fue escuchar las necesidades de los ciclistas “porque, si no, no la van a usar”, explicó Galindo. Se realizaron 400 encuestas a bikers sobre la ruta, en verano y en invierno. Además, se hicieron alrededor de 2.000 consultas on line y en la avenida Perón para tener las impresiones de otros usuarios. “Es un camino muy frecuentado y elegido por varias razones. En primer lugar, por la percepción de seguridad ante el delito: de todos los accesos de la ciudad, el acceso norte es el más usado porque nos sentimos menos expuestos a delitos, sin embargo, nos exponemos a la inseguridad vial. También es elegido por las distancias: es una distancia ideal para actividades recreativas o de entrenamiento -relató-; las encuestas dijeron que era necesario que la ciclovía sea lo más directa posible y que tiene que estar cerca de la cinta asfáltica. Además, el relevamiento nos permitió conocer cuáles son los usos de la ruta. Y el riesgo de no contemplar todas esas cuestiones en el proyecto es que no se use y que los ciclistas sigan eligiendo ir sobre la ruta”.

Cómo se hará

A partir de las opiniones de los posibles usuarios, comenzó a trabajar el estudio. Se hizo en diálogo con las direcciones de Vialidad, provincial y nacional. “Nuestra función principal fue la de tratar de plasmar las necesidades que tiene gran parte de la población, y hemos trabajado para lograr algo icónico, para la provincia e incluso para Sudamérica. Una obra de estas características no es algo que se vea todos los días”, indicó el ingeniero Ezequiel Teplitzky. Contó que el diseño -aún no terminado, por lo que podrán hacerse los ajustes necesarios- se hizo con premisas claras: ahorrar y unir todos los esfuerzos para que la ciclovía sea ejecutable.

EQUIPO. Teplitzky, Jalil, Galindo y Córdoba presidieron el evento de presentación de la vía. EQUIPO. Teplitzky, Jalil, Galindo y Córdoba presidieron el evento de presentación de la vía. La Gaceta / foto de Analía Jaramillo

Según explicó el experto, la ruta para ciclistas comenzará un kilómetro y medio antes del puente peatonal de Las Talitas. En esas cuadras, tendrá un ancho de cuatro metros (por la cantidad de ciclistas que se espera la usen) y se ubicará en el cantero central de la ruta (entre ambos carriles), para darle al ciclista un rol preponderante. En Las Talitas habrá un puente que llevará a los usuarios hacia mano derecha.

“Las encuestas detallaron que los ciclistas prefieren trasladarse por ese lado, por una cuestión de sombra y de seguridad, entonces tenemos que respetarlo”, dijo. Allí la cinta de circulación (para ahorrar) se reducirá a tres metros, y en el resto del recorrido habrá algunos espacios de uso compartido, con pasos por zonas urbanas. El recorrido terminará en la rotonda de El Cadillal. “Queremos que el uso sea cotidiano; la idea es generar también una pista de entrenamiento. Por eso todo se ha planteado analizando los movimientos de pendiente a realizar, para evitar el desgaste de los bikers”, indicó Teplitzky. El proyecto también involucra iluminación, pero en una primera etapa ello se organizará en función de los recursos económicos.

Con mirada ambiental

La ciclovía no se refiere sólo a la traza puntualmente. Como explicó Galindo, se analizaron también los aspectos sociales y ambientales. De esas cuestiones se encargó la consultora ambiental Patricia Jalil. Según adelantó, para la obra se quitarán sólo alrededor de 20 árboles. “Hay ejemplares añejos, y hay que pensar en que el usuario es una persona cuyo paragolpe es su cuerpo -explicó en el evento-; en el primer tramo tenemos araucarias que habrá que extraer. Pero este número es pequeño, contra los 400 árboles que se plantea implantar en el recorrido. Serán especies nativas (lapachos rojos, blanco y amarillos y jacarandás) que den sombra en verano y que en el invierno su follaje permita el paso del sol. Además, se plantean implementar arboretums (pequeños jardines botánicos) en la traza de ruta 9 para implementar espacios de descanso en seis puntos”. También destacó que se hizo un relevamiento sobre los comercios que hay en el trayecto y qué tipos de vehículos movilizan esos emprendimientos.

Por lo pronto, todo está en etapa preliminar y habrá que ajustar algunas cuestiones -advirtió Córdoba- en diálogo con la Dirección de Vialidad. Una vez que el plan esté correcto, podrán avanzar con la ejecución de las obras.

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