La historia de Don Paciencia y el Señor Silencio

La historia de Don Paciencia y el Señor Silencio COMUNICACIÓN TUCUMÁN

A medida que pasan los días mayor es la presión que la Ley Bases ejerce sobre los miembros del Senado de la Nación. El fin de semana, el gobernador tucumano Osvaldo Jaldo desembarcó en territorio provincial con una consigna clara: que, al menos uno de los dos representantes tucumanos en la Cámara Alta acceda a votar afirmativamente por el paquete de leyes que impulsa el presidente Javier Milei. El fin de semana fue de conversaciones profundas. Jaldo, o Don Paciencia, comenzó la ronda con Sandra Mendoza. ¿Por qué? La primera respuesta tiene que ver con que la senadora tiene intereses en la provincia mucho más arraigados que los que puede mostrar Juan Manzur. Su esposo es legislador (José Orellana) y su cuñado es el intendente de Famaillá (Enrique Orellana); ambos tienen buena llegada a la Casa de Gobierno. La contención política, en esos casos, es tan necesaria como lógica. Puede ser un elemento de conciliación o de negociación para que el tránsito de Mendoza hacia el apoyo al paquete de leyes o, en el peor de los casos, la abstención o la ausencia, puedan ser posibles.

El Señor Silencio pasó por Tucumán y tuvo muy pocos encuentros con la dirigencia local. No levantó el celular para hablar con su sucesor, mucho menos para saber cómo se encarará el tratamiento de la Ley Bases en el Senado. Desde el kirchnerismo, el senador Oscar Parrilli ya avisó que tanto Mendoza como Manzur votarán en contra de las iniciativas que propia la Casa Rosada. Se trató de una marcada de cancha fenomenal en medio de tantas especulaciones por el acercamiento que Jaldo ha tenido, en los últimos meses, con los habitantes de Balcarce 50, especialmente con el ministro del Interior Guillermo Francos.

Públicamente, el gobernador ha dicho que buscará la manera de contactarse con Manzur. El número del celular lo tiene. Entonces, ¿qué es lo que falta para que se concrete una cumbre entre ambos? Manzur comparte las mismas amistades que Milei dentro de la comunidad internacional, particularmente con los referentes israelíes. La gran pregunta es si, en algún momento, el camino que recorre el Presidente se unirá con el del ex mandatario tucumano. Las especulaciones están a la orden del día. Van desde que Manzur se mantendrá con la negativa porque necesita que el 50% de la tribuna le siga aplaudiendo. Esa parte del estadio contiene al sindicalismo cegetista, a algunos intendentes del conurbano bonaerense y al abanico de dirigentes kirchneristas. Pero en el otro 50% de la tribuna se ubican los que optaron por el economista libertario y también muchos de los empresarios que pusieron sus fichas para que las reformas estructurales en lo económico y en lo político de la Argentina prosperen de una vez por todas.

El empate técnico da vueltas por el recinto de la Cámara Alta. De allí la importancia que cobra cada voto que se busca. Milei lo sabe, pero también la oposición que se ha pintado la cara para dar batalla por la Ley Bases. Como en cada elección cerrada, habrá que esperar hasta último momento para saber si hay una tendencia.

Mendoza piensa lo que hará. A prima facie, dice que su voto será negativo, pero nada está cerrado. Manzur, en tanto, sigue callado. Los dirigentes que lo acompañaron en su incursión por la gestión presidencial de Alberto Fernández, están seguros de que el ex jefe de Gabinete será uno de los representantes de la embestida peronista contra las iniciativas del ajuste fiscal. Sin embargo, la incertidumbre también domina cuando se especula sobre su presencia o su ausencia el día de la votación. Lo ideal para Jaldo es sumar a un justicialista al voto cantado de Beatriz Ávila (bloque de la Justicia Social), de diálogo permanente con el titular del Poder Ejecutivo. Una opción es el empate: esto es que haya al menos una abstención.

Las raíces manzuristas en Tucumán no son del todo profundas. Gran parte de los dirigentes que respondían al sanitarista se sintieron huérfanos políticos y no tuvieron miramientos en cruzarse hacia el jaldismo. Otros se refugiaron bajo el calor legislativo que les brinda Miguel Acevedo, es ministro del Interior del manzurismo. Este fin de semana trascendió un encendido discurso que el presidente de la Legislatura ha dado en oportunidad de un nuevo aniversario del municipio de Tafí Viejo. Acevedo abogó para que, dentro de cuatro años, la Argentina vuelva a ser peronista, lo mismo que en Tucumán. No fue el concepto, sino la forma en que lo dijo lo que irritó a algunos moradores de la Casa de Gobierno, en momentos en que Jaldo está conversando con la Nación. Entre otros conceptos, el vicegobernador reprochó a la gestión del presidente Javier Milei por haber aplicado recetas que empobrecieron a la sociedad. “Esto es cíclico... Los que tenemos algunos años sabemos que cuando destrozan el país, nosotros tenemos que salir a recomponerlo; sí, lo que ellos llaman la casta”, arengó.

La inflación no nació el 10 de diciembre. Fue un proceso que se mantuvo a lo largo de los últimos años con la recurrente emisión monetaria que convirtió a la economía en una bomba de tiempo y que estalló cuando el jefe de Estado actual avaló la actualización de esos valores y 2023 terminó con un 25% de variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Lo mismo sucedió con el dólar y mucho más con las tarifas de los servicios públicos privatizados. Las facturas que están llegando a los hogares, a los comercios, a las empresas y a las industrias voltean a cualquier usuario. Los ingresos personales, familiares y empresariales no crecieron al mismo ritmo y, en consecuencia, se evidenció un desfase que se irá diluyendo en la medida que cambien las expectativas de los agentes económicos. Una señal de esa modificación se evidenció ayer cuando el Banco Central difundió el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM). En ese diagnóstico mensual se puso en evidencia que la inflación ya transita en torno de un dígito. “La inflación mensual fue de 9% para abril (-1,8 punto porcentual respecto del REM anterior). Para mayo, los analistas y las consultoras proyectaron una inflación mensual de 7,5% y para el año de 161,3% interanual”, enumera el reporte difundido por la autoridad monetaria nacional.

Un cambio de tendencia en esta cuestión y también un abandono de las restricciones cambiarias trasladarán a Milei en un vuelo electoral directo hacia 2025, con amplias chances de alcanzar bancas que su gestión hoy no cuenta. Unión por la Patria sabe que esto puede ser posible y que, de suceder, los condenará sólo a participar de los comicios y a perder escaños. Jaldo también analizó este escenario. Las viejas disputas por el distrito local del PJ han desaparecido o, más bien, le han dado paso a la posible conformación de un frente multisectorial para subirse a la ola del cambio.

El gobernador no pierde de vista la relación institucional con la Casa Rosada. Por caso, ayer mandó al ministro de Economía y Producción, Daniel Abad, a Buenos Aires para que acelere la ejecución de obras públicas en la provincia. Según trascendió, uno de los encuentros era con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, con quien se analizaría la reanudación de los trabajos para la cárcel de Benjamín Paz. Paralelamente, el Gobierno provincial mira con detenimiento la evolución de las transferencias coparticipables, que no logran volver a la senda de la estabilidad. Por si esto fuera poco, el giro del dinero discrecional prácticamente ha desaparecido. El último registro oficial da cuenta que, en el caso de Tucumán, las transferencias de los fondos no automáticos en abril han descendido casi un 91,5% real e interanual. En los primeros cuatro meses del año, esa caída real acumuló un 84%.

Con un mal humor generalizado entre los gobernadores, el Gobierno nacional intenta avanzar con la Ley Bases y con el paquete de leyes fiscales en el Senado. Ese será el paso previo al Pacto de Mayo, que se firmaría el 25 en la capital cordobesa. Más allá de una condecoración para los mandatarios que asistan a la cumbre, el Presidente de la Nación no prevé otros compromisos que impliquen un gesto de buena voluntad hacia las 23 provincias y hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. “Milei tendría que soltar algo más si quiere captar votos en la Cámara Alta”, señalan en la capital porteña. Un fondo especial de reparación para el Norte argentino puede ser una buena alternativa para compensar la caída de los ingresos para una de las zonas, históricamente, más castigadas de la Argentina.

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