La heroicidad de José de San Martín

La heroicidad de José de San Martín
09 Mayo 2024

Graciela del Valle Martínez Aráoz

Secretaria Asoc. Cult. Sanmartiniana de Tucumán “Libertador de América”

El Dr. Ricardo Levene estudia a San Martín como “síntesis de la Historia Argentina”. En el desarrollo de los acontecimientos, se conjugan los dos sujetos que integran la unidad orgánica que se llaman Nación Argentina. Ellos son el pueblo y los hombres representativos. Así empieza Efraín Doce Martínez (de Bahía Blanca) su estudio sobre “La Conciencia de héroe en la vida y pensamiento del General San Martín”. Allí, pone de relieve el ministerio universal de la heroicidad, abriendo el escenario desde Yapeyú, extendiendo su vida pública en su proyección argentina y americana. Con testimonios fidedignos, va demostrando su afirmación sobre la trascendencia de la “onda heroica sanmartiniana” de tal modo que, y como expresara Vicuña Mackenna, San Martín no tiene patria en América, tiene solo una misión, de tal modo que “ninguna parcialidad de territorio, ni ninguna ambición de raza, quisiera apropiarse exclusivamente de su cuna ni de su tumba”.

Con esta obra de Doce Martínez y también, siguiendo al historiador Carlos A. Guzmán (de la ciudad de La Plata), con sus “Escritos Sanmartinianos” extraemos esenciales conceptos para referirnos a la Batalla de Maipú, suceso acaecido el 5 de abril de 1818. Junto a otras fuentes, mencionamos creaciones poéticas elaboradas para este acontecimiento, concluyendo así, nuestra recordación.

Sucesos de Maipú

Unos días antes de la Batalla de Maipú había sucedido el sangriento combate de Cancha Rayada. Tuvo entonces San Martín que, reconfortar el abatido espíritu de su ejército y aplicó entonces una de sus máximas perdurables: “Para los hombres de coraje se han hecho las empresas… nunca el hombre público es más digno de admiración que cuando se sobrepone a la desgracia y conserva la serenidad…”. El río Maipú -significa en la lengua del mítico Caupolicán “tierra nativa”- fue testigo de ese enfrentamiento que salvaría la emancipación no ya de Chile, sino de toda América. Aquella mañana, sobre el campo de Maypo, dijo el Gran Capitán a sus ayudantes: “El sol que asoma en la Cumbre de loa Andes, va a ser testigo del triunfo de nuestras armas…”, tal como recuerda Juan María Gutiérrez en su “Bosquejo Biográfico del General San Martín”, agregando los hechos ocurridos y nombrando a destacados guerreros: Coronel Zapiola, Comandante Martínez, Gregorio de Las Heras, Hilarión de la Quintana, Alvarado, Balcarce, Escalada, Isaac Thompson y otros muchos valientes que realizaron la acción adecuándose a las circunstancias. En genial inspiración, San Martín aplicó en la maniobra el avance arriesgado de “orden oblicuo”, siguiendo el tipo clásico que la historia asocia al sabio griego Epaminondas. Para Bartolomá Mitre, científicamente considerada, “Maipú fue la primera gran batalla americana”. A las seis de la tarde de aquel día, cerró este episodio frente a las fuerzas opositoras de Osorio, entrando San Martín y su Ejército triunfante a la Capital con los vivas del vecindario, repique de las campanas de los templos, cantos de himnos y la alegría generalizada de la población. Luego de Maipú, la primera página laudatoria a San Martín, se debe según los historiadores, al dominico chileno José María Torres. En ella, se refiere al cambio fundamental de Chile por la acción sanmartiniana, expresando: “Entonces nos diste la vida San Martín!! Nombre glorioso que jamás pronunciará chileno alguno sin las… emociones de júbilo y gratitud!!. Pero no son estos los únicos beneficios que Chile reconoce…su tranquilidad, su entusiasmo patriótico, obras son de las sabios medidas de V.E”, concluye así J. M. Torres.

“Maipú, más allá de las enseñanzas castrenses derivadas de la estrategia desarrollada, representa un hito de profunda significación histórica americana, ya que supera a las expectativas históricas exclusivamente argentinas…no en vano se afirma que, sin la victoria de Maipú, ni Bolívar habría podido lograr la de Carabobo en los Campos de Venezuela, ni Sucre la definitiva de Ayacucho, en los del entonces Alto Perú. La acción de Maipú no es solamente un hecho que refrenda la apertura de un camino hacia la libertad continental, sino que también es: la oportunidad aprovechada por San Martín para exponer su ideario de solidaridad americana, tarea de unidad continental, hoy muy necesaria ante los trágicos acontecimientos que perturban al mundo entero”. Nos señala así C. A. Guzmán, y con estos aspectos esenciales: 1) Maipú es la fiesta de la hermandad de la Argentina y de Chile, a cuyos ejércitos unidos condujo el Gran Capitán a la victoria. Por consiguiente: 2) Maipú representa “el compromiso de sangre de dos pueblos fuertes que se sintieron hermanados por su común origen, por sus anhelos comunes de independencia y por la común seguridad que tenían en sus futuras grandezas”. 3) Es Maipú, el triunfo del pueblo unido frente a la opresión, como también la respuesta de San Martín al pueblo estremecido y temeroso de Santiago, afirmando los recursos inagotables del patriotismo. Por ello: 4) “Debe continuar siendo Maipú, el símbolo de la conducta de dos pueblos… con el convencimiento de que, el destino de uno, en pleno ejercicio de su libertad y su soberanía -dentro cada cual de sus límites lógicos, naturales e históricos- es decisivo y fundamental para el destino del otro”. Al terminar la guerra, San Martín escribe a O`Higgins el parte de batalla que termina diciendo: “La Patria es libre”. Y aquí otra idea: 5) No dice cuál Patria, porque es la Patria de ambos y la sus soldados. Es la Patria Americana que aquí se llama Argentina, que allí se llama Chile y más allá: Perú. Y en otros rumbos, con otros nombres para formar la gran unidad sudamericana, el gran continente hispanoamericano, nos señala C. A. Guzmán.

6) El triunfo de Maipú posibilitó la continuación del plan estratégico de San Marín, partiendo con su Expedición Libertadora al Perú desde Valparaíso, el 20 de agosto de 1820, un poco más de dos años de este triunfo que recordamos ahora. El trofeo de Maipú, motivó el primer homenaje al Libertador por el Congreso Nacional (Buenos Aires). En sesión especial, propuso imprimir una lámina con su retrato y vistas de Chacabuco y Maipú. Nuestro Héroe no cambió su modo habitual de comportarse y con su natural modestia, permaneció sobrio desechando halagos y reforzando su única mira: la Libertad de los pueblos. Entre ambos acontecimientos: Maipú y su salida hacia Lima, ocurrirán lamentables hechos que templaron más el ánimo del “Guerrero Americano” y con su célebre Proclama del 22 de julio de 1820, la frase perdurable exclamada ante las posteridad y para el Gobierno de la Nación: “El General San Martín, jamás derramará la sangre de sus compatriotas y solo desenvainará la espada contra los enemigos de la Independencia de Sud América”. 7) Maipú, no solamente es un tramo más en el duro camino hacia la libertad: es la victoria sin odios, sin venganzas; quizás por ello fue que, varios poetas cantaron a esta gloria americana, en inspirados versos que así recuerda C. A. Guzmán: “Tal fue de Maipú, la inmortal jornada/que arrojó con empuje de torrente/la Libertad, del Ande despeñada…agitando al pasar sobre la frente/del invasor hispano/sus alas de relámpago y la espada/que San Martín arrebató al tirano”.

Himno Nacional de Chile

C. A. Guzmán, en una de sus alocuciones (2000) en la Plaza San Martín de C.A.B.A, destacó al argentino Don Bernardo de Vera Muxica y Pintado, nacido en Santa Fe y luego radicado en Chile donde se graduó en Jurisprudencia, en la Universidad de San Felipe. Incorporado al Ejército de los Andes (1814), participó en Chacabuco (1817) y, por encargo de O’Higgins, compuso el primer Himno Nacional Chileno. Por sus estrofas…con ardor independentista, excesivas para las buenas relaciones entre la nueva República de Chile y la Madre Patria, al morir en 1827, el Gobierno de Chile, encargó un nuevo himno al literato don Eusebio Lillo que, es la canción actual pero conservando el Coro del primer autor (de Vera Muxica y Pintado) y que así dice: “Dulce Patria: recibe los votos con que Chile, en tus aras juró,/que, o la tumba serás de los libres,/o el asilo contra la opresión”.

En todos estos hechos se manifiestan “las características que hacen de San Martin un héroe, con una intuición genial que le orientó desde la acción política-militar del Segundo Triunvirato (1812) y San Lorenzo, Guayaquil y su alejamiento de América... La proyección de este héroe es también perspectiva histórica, impulso motor del humano accionar” como indica E. Doce Martínez. Manuel Belgrano, amigo de San Martín, le admiró volcando en sus escritos y acciones, tales sentimientos. Asimismo, Domingo F. Sarmiento, puso de manifiesto que: “San Martín, no es una gloria nuestra solamente. Reivindícanle como propia cuatro repúblicas americanas…si bien sus restos mortales pertenecen al país que le vio nacer, no obstante que su acción y la influencia de su alma, se extendiese sobre la mitad de este continente, como la fama de sus glorias…trascendieron por toda la redondez del mundo” (discurso de Sarmiento el 28 de mayo de 1880, al recibir los restos mortales del Padre de la Patria desde Francia).

Los poetas

Estos escritores, saben “resumir en la estructura alineada de la rima, todo el caudal incorpóreo que traduce la ejemplaridad heroica”, al decir de Doce Martínez. Toda nación ha tenido sus: trovadores, juglares, poetas que, viven de las creencias, los recaudos y las glorias de su país. A través de este género literario, abarcan las epopeyas y en este tema que nos ocupa, re- viven… las del Ejército Libertador. En 1950: declarado como “Año del Libertador General San Martín”, apareció el libro: Los “Poetas Argentinos Cantan al Libertador”, editado por la “Comisión de Homenaje” al Centenario del fallecimiento de nuestro Prócer, dirigida por Ricardo Piccirilli. En el Prólogo, se lee: “Son efemérides poéticas del Libertador, desde Maipú hasta la época actual (1950) en que su Patria puede ofrecer un incentivo a los poetas del mañana para que lo estudien y abarquen en su enorme grandeza. Apenas nacida, nuestra Patria recibió el influjo de su héroe incomparable cuya gloria de agranda día a día y que reconoce como esencia y prefiguración suya…como creador de su Patria y de su alma…”.

Figuran poemas de: Esteban de Luca, Fray Cayetano Rodríguez, Vicente López y Planes, Adán Quiroga, Olegario Andrade, José A. Molina, Lucio N. Palma, Ricardo Rojas, L. Lugones, del joven Jorge Mitre y otros varios destacados escritores que, encontraron en San Martín y sus gestas, una fuente inagotable de inspiración.

Concluimos nuestro modesto homenaje, con algunos versos de Fray Cayetano Rodríguez: “Al vencedor de Chacabuco, al noble /General San Martín, bravo soldado, /que con esfuerzo doble, /con arduo empeño…/en Maipo se labró nueva corona, /vivas y lauros, que el honor le abona… ¡Llanos de Maipo! vuestro nombre solo /en las páginas todas de la historia /se oirá de polo a polo…del ejército grande, que en cruel guerra /con sus victorias abrumó la tierra!!… Campo hermoso/donde ha recuperado sus derechos la patria; donde el gozo /ha sucedido al llanto y donde todo /tornó a su libre ser… ¡Oh Provincias del Sud!... Quemad inciensos /tributad honores al héroe vencedor... Un templo augusto /y por diestro cincel su noble busto”.

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